En el centro de la provincia de Santa Cruz, rodeada de estancias abiertas al turismo, lagos de aguas cristalinas, una rica avifauna y sitios históricos y arqueológicos, se encuentra la localidad de Gobernador Gregores, que cuenta con aproximadamente 2.800 habitantes y es conocida como la "Capital nacional de la estepa".
El nombre original de Gobernador Gregores fue Cañadón León, que le habían impuesto los pobladores debido a su cercanía con un cañadón donde moraban muchísimos pumas americanos, a los que ellos llamaban leones. Este nombre popular recién quedó oficializado el 2 de enero de 1925, por decreto del entonces Superior Gobierno del Territorio Nacional de Santa Cruz.
Con ese nombre la había fundado el 23 de marzo de 1922 el austríaco José Kuney Posne, que según documentos de la época construyó su casa de madera y la recubrió con chapas de viejas latas de combustible, de veinte litros, que en ese entonces eran las únicas que se vendían en la patagonia austral.
Después fueron llegando otros pobladores, como Mariano Pejkovic, Francisco Salinas y José Chalub, quienes al saber que José no había sido desalojado de esas tierras se radicaron allí.
Pasaron los años, y en 1958 los pobladores le solicitaron a Carlos Priani, en ese tiempo Interventor General de Santa Cruz, que cambiara ese nombre por el de Gobernador Gregores, en homenaje al Teniente de Navío don Juan Manuel Gregores, uno de los mejores gobernadores de ese vasto territorio en la década del '30.
Paraíso de pescadores
Muy cerca de la localidad de Gobernador Gregores, a escasos 70 kilómetros, está el lago Cardiel, un centro de pesca deportiva con excelentes capturas de salmones y truchas, donde habitan flamencos, cisnes de cuello negro y una rica avifauna.
El lago está rodeado de montañas altas y barrancosas, y en sus aguas, muy claras y salobres, confluyen a través de una serie de riachos los derrames de la meseta La Muerte.
Los pescadores vienen al Cardiel en busca de salmónidos, como las truchas arco iris y fontinalis, y también del salmón encerrado, seguros de alzarse con una buena cantidad de piezas.
Historia cruenta
Pero el principal atractivo histórico de Gregores es el Cañadón de los Muertos, situado a 7 kilómetros y dentro del establecimiento ganadero Bella Vista, que fue el triste escenario de la represión originada por la Huelga Patagónica de 1921 y la sangrienta matanza de obreros por parte del Regimiento 10 de Caballería, al mando del Teniente Coronel Héctor Varela.
Unos 200 peones rurales murieron allí por defender su libertad y la dignidad y derechos de los hombres. Pero fue recién 70 años después, en 1999, que fue declarado Sitio Histórico Cañadón de los Muertos por el Consejo Deliberante de Gobernador Gregores.
En octubre de ese mismo año se emplazó en el lugar la primera cruz y se realizó un acto del que participó el historiador y escritor Osvaldo Bayer, autor de "Los vengadores de la Patagonia trágica", y poco después, en marzo de 2000, el ejecutivo Municipal de Gobernador Gregores levantó en ese lugar un monumento recordatorio.
En los últimos años, con el desarrollo del turismo rural, varias estancias cercanas a Gobernador Gregores abrieron sus tranqueras a esta interesante actividad que impulsa las economías regionales.
La estancia Laguna Verde Patagonia, que tiene una superficie de 20 mil hectáreas, está a 115 kilómetros de Gregores, cerca del lago Strobel y en medio de un paisaje virgen donde habita el macá tobiano, que los nativos llaman puma americano.
En esta estancia existen algunos grabados rupestres cuya antigüedad se calcula en unos 6.000 a.C., y se han hallado diversos objetos de uso cotidiano hechos artesanalmente por los pueblos primitivos.
Entre añosas arboledas
Otra de las estancias, La Angostura, situada a 55 kilómetros de Gobernador Gregores, es un antiguo establecimiento que está entre una añosa arboleda en el ancho valle del río Chico, con buenas habitaciones y excelente comida, y cerca de una laguna donde se pescan salmónidos.
Los otros tres establecimientos están lejos de Gobernador Gregores, como es el caso de la estancia La Oriental -ubicada a unos 220 kilómetros- situada a orillas del lago Belgrano y dentro del perímetro del Parque Nacional Perito Moreno.
Por los alrededores de La Oriental pastan manadas de guanacos mansos y es frecuente observar el majestuoso vuelo de los cóndores. También está por allí el cerro San Lorenzo, de 3.700 metros de altura, un desafío para los andinistas del mundo.
Precisamente cerca de este imponente cerro está la estancia Los Ñires, ya a 250 kilómetros de Gregores, un lugar muy visitado por turistas extranjeros que vienen a realizar tareas de campo.
Desde este establecimiento rural se tiene una magnífica vista de la cercana cordillera de los Andes y de varios lagos, y sobre la ribera del río Chico se ha instalado un camping que brinda todos los servicios necesarios para el turista.
La última de las estancias se encuentra poco antes del acceso al Parque Nacional Perito Moreno; se llama Menelik y está custodiada por la serena belleza del altísimo cerro San Lorenzo.
Dicen que estas tierras fueron exploradas por los primeros navegantes que llegaron a estos confines, en la etapa fundacional del país, y que las cabalgatas que parten desde esta estancia atraviesan la extraña estepa sureña de nuestro país.