Aníbal Fucaraccio / Ovación
Atlético del Rosario dio ayer un pequeño pero seguro paso adelante en su objetivo de encontrar una identidad rugbística que le de sustento a sus históricas pretensiones. Con esfuerzo, sin brillar pero con total merecimiento superó a Regatas de Bella Vista por 24 a 9 en un encuentro válido por la tercera fecha del torneo de la Unión de Rugby de Buenos Aires. Pero todavía su fisonomía evidencia algunos signos que lo obligan a transitar su camino con una irregularidad sistemática a cuestas. Luego de 80 minutos de un partido apenas discreto, en donde el subcampeón de la Urba paseó una sorprendente intrascendencia por nuestra ciudad, se pudieron sacar algunas conclusiones teniendo como arbitrario parámetro la primera presentación de Plaza en el pasaje Gould cuando cayó ante Banco Nación. El primer punto a favor es que su rival, a pesar de los esfuerzos que hizo para disimularlo con su displicencia, fue mucho más exigente. Regatas mantiene la base del equipo del año pasado, tiene un pack de forwards más que interesante, trabaja bien las formaciones fijas (sobre todo el scrum), cuenta con una pareja de medios consolidada y a ese adversario Plaza lo superó con claridad. Atlético también mejoró en defensa. Ayer sólo le marcaron 9 puntos, fruto de 3 envíos del errático Sulpis, no le señalaron tries y eso marca un repunte en el tackle y en la concentración, a pesar de que cuando le juegan rápido los penales parece que aún le cuesta demasiado acomodarse. Ese reordenamiento debería ser un ejercicio instantáneo, mejor aceitado y mucho más natural. Otro aspecto en evolución fue el control del partido en los pasajes finales. Esta vez Atlético no sufrió e incluso pudo haber marcado otra vez ya que el árbitro Stalgis le anuló a los 39' un try a Horcadas y Weitemeier (se tiraron juntos a apoyar), por una infracción previa. Dañil se sigue afianzando como medio scrum, su capacidad de pase es de lo mejor que se puede ver en la ciudad y su velocidad le aporta gran dinámica a los ataques plazones. Los Dalla Fontana aseguran la cuota de agresividad y potencia física en las situaciones de contacto. Fabaz y Horcadas aumentan la calidad del tackle y participan en el suelto con gran generosidad. Y Bartolucci es garantía firmada de try (ya marcó 4 en 3 partidos desde su regreso). En el "debe" quedan la enorme cantidad de penales que comete Plaza a lo largo de sus encuentros, la endeblez de su scrum y la falta de constancia para repetir movimientos profundos en ofensiva. Todos estos puntos describen una realidad sepia de este Atlético 2003, mezcla autóctona de talento centenario y de vicios aparentes y ocultos. Sobrio por momentos, caprichoso en otros, explosivo cuando quiere, lagunero porque sí, absolutamente impredecible. Así es Plaza, al menos por ahora.
| |