Marcelo Abram / Especial para La Capital
San Lorenzo. - A los ya conocidos problemas que se viven por estos días en el cordón industrial por la llegada de camiones con la cosecha gruesa, ayer la situación del tránsito se agravó aún más al agregarse dos imponderables: la copiosa lluvia que comenzó desde el mediodía y los piquetes sorpresivos del sindicato aceitero reclamando un aumento salarial. Estos factores contribuyeron a que se sigan acumulando vehículos a la vera de los caminos y crezcan los reclamos de transportistas por malas condiciones y falta de seguridad con que deben aguardar para ingresar a las terminales, que en algunos casos superan tres días de espera. El panorama ya se había empezado a notar desde el fin de semana pasado, cuando los camiones comenzaron a esperar turno para ingresar a la playa de la aceitera Vicentín, sobre la mano sur-norte de la autopista Brigadier General López. Esta situación se ha mantenido por varios días y con la fuerte precipitación la ruta con camiones en ambas banquinas representa un verdadero peligro. Desde la noche del miércoles pasado los camioneros se estacionan sobre el tramo de la ruta A-012 que une la autopista con la ruta 11 esperando el ingreso a Peconagra. Esta situación se reiteró sobre la calle América de Puerto San Martín, donde una larga fila de transportes cargados espera por un lugar en las saturadas playas de Toepfer y Bunge y Born. Si bien las municipalidades de San Lorenzo y Puerto San Martín han reforzado sus operativos de seguridad, que incluyen personal policial, bomberos, seguridad privada de las empresas involucradas, hay momentos en que la situación se vuelve caótica, la lluvia llegó para poner mayor incomodidad a quienes esperan en las banquinas, los que prefieren recurrir a caminos alternativos o aquellos que tienen que transitar por el lugar. A este panorama se agregó el plan de lucha del sindicato de los aceiteros que comenzó el miércoles pasado en demanda de mejoras salariales. A principio de este año los gremialistas del sector anunciaron que habían logrado un aumento salarial para sus afiliados, pero algo se quebró y el aumento nunca llegó. Por esa razón comenzaron las medidas que tuvieron su inicio en las puertas de Peconagra, desde donde fueron desalojados pacíficamente por la policía, orden judicial mediante. Ayer los aceiteros comenzaron con piquetes sorpresivos que tuvieron su epicentro en el ingreso a Toepfer y Bunge y Born. Lluvia, piquetes y sobre todo muchos camiones le pintan un panorama muy particular al cordón que comienza a vivir unas pascuas con la casa no tan en orden.
| La falta de comodidades se complica más con la lluvia. (Foto: Marcelo Bustamante) | | Ampliar Foto | | |
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