El juez de instrucción Eduardo Suárez Romero rechazó ayer un pedido de excarcelación de un hombre y una mujer detenidos por la serie de estafas denunciadas en la Aduana de Rosario y dispuso la realización de reconocimientos por parte de dos de las víctimas de las maniobras.
Rufino Jorge Palau, de 56 años, y Gladys Norma Boix, de 50, fueron detenidos el jueves pasado por las Tropas de Operaciones Especiales, después de una serie de notas en que este diario denunció las estafas que se cometían impunemente contra empresarios y comerciantes en la zona de la Aduana.
El próximo lunes, a partir de las 10, Palau y Boix serán sometidos a ruedas de reconocimiento con dos de las víctimas, un cerealista de Piedritas, localidad del partido bonaerense de General Villegas, y un comerciante de la ciudad de San Nicolás.
El cerealista fue engañado con la oferta de un container con agroquímicos, con lo cual lo despojaron de 153.600 pesos. A su vez, el comerciante de San Nicolás cayó en la trampa con la excusa de una venta de neumáticos. La denuncia de este caso quedó radicada originariamente en un juzgado de la ciudad bonaerense, cuyo titular se declaró incompetente y giró la causa a los Tribunales de Rosario.
Palau está sospechado de ser el cabecilla de la red de estafadores. Habría utilizado los seudónimos de Mauricio Gustavo Tolosa, Juan Carlos Peralta, Juan Carlos Tolosa y Marcelo Ibáñez, presentándose como auditor de Aduana -cargo inexistente-, titular de la empresa fantasma Distribuidora del Sur o gestor de negocios.
Además de los reconocimientos, el juez Suárez Romero dispone de documentación que podría reforzar la investigación. En ese sentido, trascendió que existen más de 200 fojas con los datos de las llamadas entrantes y salientes de cinco teléfonos celulares utilizados por los estafadores, así como facturas libradas por la empresa Distribuidora del Sur. La sede de la supuesta compañía se encontraba en una calle sin edificación de Villa Gobernador Gálvez.
Una sospecha que asoma en la causa es que los estafadores tendrían algún tipo de conexión en Salta. "Todos los datos que surgen de las facturas de Distribuidora del Sur son de esa provincia. El documento de identidad y el número de Cuit que presenta el supuesto Tolosa pertenecían a una mujer y a un hombre de Salta", señaló un allegado. Otra fuente apuntó que el estafador había realizado algunas operaciones comerciales en el norte del país.
Fuentes allegadas a los hechos descuentan que hay otras personas implicadas en las maniobras, aún no identificadas.
Nuevos datos
Uno de los últimos golpes de los estafadores tuvo como víctima a Miguel Plascencia, un productor de la ciudad salteña de Metán, quien radicó la denuncia en la comisaría 3ª.
En este caso el estafador dijo llamarse Marcelo Ibáñez. Su anzuelo fue un aviso clasificado en la página web de Canal Rural, donde ofrecía una cosechadora John Deere. Curiosamente, el aviso permaneció en línea hasta la semana pasada.
De esa manera el estafador logró interesar a Miguel Plascencia. Lo atractivo del negocio consistía en el precio de la máquina -unos 70 mil dólares menos que el usual- y la modalidad de pago -en cuotas que se extendían hasta el año 2006. El supuesto Ibáñez pidió un anticipo de 32 mil dólares y citó al productor salteño en la Aduana vieja de Rosario.
"Supuestamente allí arreglábamos los papeles de la cosechadora, que después íbamos a retirar en el puerto de John Deere, en Granadero Baigorria. Le dimos 3.250 pesos, que él decía necesitar para el sellado y desapareció", comentó un allegado a Plascencia.
Previamente Ibáñez insistió para apoderarse de los 32 mil dólares, con lo cual despertó las sospechas de los salteños. "Decía que era amigo de una persona que trabajaba en la John Deere. Y demostró tener mucha información sobre esa empresa", dijo la fuente consultada, que describió al peligroso delincuente como un hombre robusto, de entre 1,65 y 1,70 metro de estatura y de pelo castaño claro.
Pese a las detenciones, la causa plantea numerosos interrogantes. El principal es cómo fue posible que, durante más de un año, los estafadores actuaran sin inconvenientes en Rosario.