Ariel Etcheverry / La Capital
Fue el cuarto asalto desde febrero a la misma sucursal de una distribuidora mayorista de pollos. La empresa sufrió innumerables atracos de distintas formas y estilos en todas sus filiales. Es más: el sábado otro local de la cadena fue asaltado a mano armada y el lunes un grupo de delincuentes se llevó el medidor de gas de la administración. Pero nada se compara con el episodio de ayer a la madrugada en el que un grupo de delincuentes se introdujo en el local de Cafferata al 2800, encerró a una empleada en el baño y se dedicó a vaciar las instalaciones. Cuarenta cajones de pollos, un freezer industrial, balanzas electrónicas y un motor para heladera. Todo fue cargado en un camión frigorífico de la empresa, que la banda se llevó como flete. El asalto se produjo entre las 5 y las 6 de la mañana en la sucursal que la firma Oritti Pollos (OP) posee en el barrio San Francisquito, a unos cien metros del Mercado de Productores. A esa hora la única empleada que estaba en el lugar era Roxana. La joven se disponía a comenzar con su tarea de filetear pollos cuando de golpe se encontró con dos o tres hombres, que le pusieron el cañón de un revólver sobre el cuello y la encerraron en un baño. La banda ingresó al edificio por una claraboya en el techo y no tuvo que hacer demasiado esfuerzo para controlar la situación. De hecho, los maleantes se tomaron el tiempo necesario para traspasar cuarenta cajones de aves congeladas al camión Ford 350 de la empresa, estacionado en el garaje. También para cargar un freezer, las balanzas electrónicas y la mercadería que estaba lista para la venta. Todos esos movimientos fueron realizados sin llamar la atención de ningún vecino y antes de que llegaran los otros tres trabajadores. Una mujer, que no quiso identificarse pero que vive en la misma cuadra, contó que vio salir el camión con el logo de OP en sus laterales. "No me llamó la atención. Parecía un movimiento habitual", recordó la vecina. Sergio Oritti, titular de la empresa OP, manifestó que no tiene esperanzas de recuperar la mercadería ni los otros elementos sustraídos. Está convencido que tendrá la misma suerte de los atracos anteriores, es decir un perjuicio económico del que nunca se recuperará. Por ejemplo, el robo de ayer significó una pérdida superior a los 4 mil pesos, sin contar las balanzas electrónicas, el freezer y el camión que hasta ayer a la tarde no había aparecido. La sucesión de incursiones delictivas en el local de Cafferata entre Virasoro y Rueda llega a los seis robos, a mano armada y nocturnos, desde diciembre a la fecha. Ante tantos golpes "y la falta de respuesta de las autoridades que deben brindar seguridad", Oritti manifestó a La Capital que ya piensa en cerrar la empresa y dedicarse a otra cosa. "De por sí la venta y distribución de pollos deja poco margen. Antes no me podía quejar, cubríamos una amplia zona de Rosario y los alrededores. Pero ahora los márgenes son chicos y no vale la pena arriesgar capital y vidas. Ahora, todos mis empleados están con miedo", remarcó. Según contó Sergio, OP es una empresa familiar y él es el único dueño. La firma tiene diez años de trayectoria y en sus mejores momentos llegó a tener diez sucursales en la ciudad. "Actualmente nos quedamos con cinco. Tuvimos que cerrar la mitad, porque no podíamos afrontar los gastos con tantos robos", añadió el empresario.
| Los ladrones entraron a las 5 y encerraron a una obrera. (Foto: Angel Amaya) | | Ampliar Foto | | |
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