Fueron muy comentados los tres llamados de policías que avisaron de la fuga y permitieron la caza de los fugitivos en auto. En varios medios radiales saludaron esa acción y la contrastaron con la actitud de Bianchetti: si bien un empleado infiel facilitaba la evasión también hubo otro, honrado, que denunció la ilegalidad permitiendo abortarla. Lo que fuentes policiales y tribunalicias confiaron a este diario, días después del caso, no explicaba la decisión de abortar la fuga como un gesto de idoneidad policial. "En realidad el que llamó lo hizo por despecho porque los presos pagaban para irse y él quedó fuera del negocio. Para vengarse blanqueó el caso. Hubo llamadas a una sección que ignoró la advertencia. Entonces llamó a la Guardia de Infantería y ahí sí terminó todo", contaron. También se contó otra versión: que fue un preso que no pudo subir al auto el que se prendió al teléfono.
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