Rosario pareció entrar el sábado por la noche en el túnel del tiempo y puso nuevamente de manifiesto su tendencia a la síntesis en pares dicotómicos. El Newell's-Central del tango se jugó sobre el field del microcentro. En el Astengo el Quinteto de la Fundación Piazzolla hacía Tango Nuevo coqueteando con la erudición y la renovación. A sólo 200 metros de allí, Silvio Soldán comandaba los "Grandes valores del tango" en el teatro Broadway y junto a nombres como los de María Garay, Guillermo Galvé y Abel Córdoba hacía cortes y quebradas en nombre del dos por cuatro más tradicional. Quizás la eterna exposición televisiva de Soldán -últimamente no necesariamente hablando de música- hizo que la balanza cuantitativa se volcase a su favor, pero el resultado artístico del encontronazo, otra vez, si lo sabrán los hinchas rosarinos, fue empate.
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