Bagdad. - A una distancia de seguridad de un grupo de tanques de los marines estadounidenses, Kasim saca cinco botellas polvorientas de una bolsa. "¿Whisky?", pregunta, señalando la etiqueta de la botella, que dice que el líquido tiene 12 años y ha sido "embotellado en Escocia". "20 dólares", reclama, un precio bastante asequible si lo que dice la etiqueta fuera verdad. Kasim, de 30 años, y otros iraquíes como él se buscan la vida vendiendo este dudoso licor, tabaco y hasta fruta a los marines invasores. A muchos soldados ya no les quedan cigarrillos y a todos se les prohíbe beber alcohol cuando efectúan operaciones de combate, por lo que están ansiosos por soltar sus dólares a los caros iraquíes. Kasim afirmó que robó el whisky "de casa de Saddam Hussein", pero el origen del contrabando no está claro. Los soldados esconden apresuradamente las botellas entre sus pertenencias, pero los cigarrillos son sin duda el artículo más solicitado. "Hace más de dos semanas que no pruebo un Marlboro", dijo el comandante Shane Wiley mientras se relajaba en el campamento temporal emplazado cerca del Monumento a los Mártires de la capital iraquí. "Es un inmenso alivio ver a estos tipos aquí que los venden", añadió. "Acabo de comprar cuatro paquetes de cigarrillos iraquíes por cuatro dólares", dijo jubiloso el comandante Jason Herring, de 21 años, mostrando un paquete de Business Club Executive Blend. Las transacciones se efectúan exclusivamente en dólares, nunca en dinares. "Hasta la gente de aquí escupiría sobre ellos si vieran dinares", dijo Herring. "Se están burlando de la efigie de Saddam y están escupiéndolos". Algunos marines temen haber creado la situación propicia para que prosperen estos pícaros, que afirman que les están vendiendo el botín de los saqueos de los últimos días. Recordaron a un hombre que vendía naranjas y manzanas a un dólar la pieza de fruta, algo que agradecieron las tropas, que se han alimentado de raciones en polvo y en conserva desde que empezó la guerra. Algunos iraquíes venden hasta dinero, billetes que algunos soldados quieren como souvenirs. "Este dinero es muy difícil de conseguir para los coleccionistas en EEUU, es único", dijo Miroslav Spacek, de 22 años y quien colabora en la atención sanitaria de los marines. Los marines declararon que los iraquíes también les regalan cosas, como agua, té o café y especialmente flores. (Reuters)
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