ontrarreloj, las entidades agropecuarias negocian con el gobierno la posibilidad de que se posterguen los vencimientos del impuesto a las ganancias que comienzan a operar el lunes, y que para los productores agropecuarios significarán en muchos casos la obligación de pagar ese tributo sobre utilidades ficticias. Federación Agraria, Confederaciones Rurales, Coninagro y Sociedad rural Argentina emitieron esta semana un comunicado reclamando la postergación de los vencimientos, a la espera de la reunión que el martes próximo mantendrán con el presidente Eduardo Duhalde. Los dirigentes del sector se reunieron la semana pasada con el mandatario, ocasión en la que les propuso trabajar con la Secretaría de Agricultura para que le presenten un documento de trabajo referido a temas impositivos y financieros. La decisión del mandatario que, según los participantes de la reunión llegó a decir que era una locura pagar por ganancias inexistentes, reabrió un canal de diálogo que parecía agotado por la férrea resistencia del Ministerio de Economía. Con el ministro de Producción, Aníbal Fernández, y el secretario de Agricultura, Haroldo Lebed, como aliados, las entidades intentarán acordar el lunes con los referentes de la cartera productiva una propuesta para el presidente. Los ejes: una prórroga en los plazos de presentación de la declaración jurada del impuesto a las ganancias mientras se implementa un mecanismo de ajuste por inflación, una propuesta de reforma al IVA agropecuario y un cambio en el plan de refinanciación del Banco Nación, que entre otras cas implicaría la eximición de aplicar el CER a los productores endeudados. En el acta acuerdo que funcionarios y empresarios llevarán a Duhalde se dejarán sentadas las coincidencias y, también, las diferencias. Por ejemplo, en materia de refinanciación la postura de sacar el CER es de extrema dureza; en el IVA, la Secretaría propone bajar la tasa de compra de insumos al 15% para que sea neutro con el 10,5% que recibe el productor. Para los productores, la alícuota debe ser igual en las dos puntas. Pero en lo que hay plena coincidencia es en la necesidad de ajustar por inflación y pedir la prórroga de ganancias. En las filas gremiales hay un cauto optimismo, al menos en cuanto a la posibilidad de que el presidente habilite una prórroga. Los plazos que se manejan son variables. El más corto, hasta después de Semana Santa. El más largo: 90 días. "En este tema, hoy por hoy, ganar tiempo es ganar plata", señaló Enrique Lingua, asesor tributario de la Bolsa de Comercio de Rosario. Para el especialista, existe un alto grado de confusión entre los contribuyentes como para afrontar los vencimientos a partir del lunes. Además de la prórroga que buscan las entidades, señaló otros motivos que ameritarían una postergación. Entre otros, el vencimiento en mayo de las declaraciones por ganancia mínima presunta. Lo cierto es que hasta ahora no hay oficialmente ni ajuste por inflación ni prórroga. Frente a esto, las empresas agropecuarias han adoptado distintas decisiones, desde pagar lisa y llanamente o apelar a acciones de repetición, cautelares o amparos. Todas, claro está, tienen también sus riesgos. Se estima que por la no aplicación del ajuste por inflación en ganancias, la economía santafesina, pro ejemplo, transferiría 400 millones de pesos extra al fisco nacional. Pero lo más preocupante es que de esta forma el impuesto se trasforma en un tributo sobre el capital. La especialista Stella Maris Winkler lo explicó con el siguiente ejemplo: "Un productor que tenía una cabeza de ganado en diciembre de 2001 y mantuvo esa cabeza en 2002, se encuentra con que pro la inflación esa cabeza se revaluó dos veces y medio, y tiene que pagar un 35% sobre ese incremento, con lo cual queda clara la descapitalización".
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