Especial / La Capital
San Lorenzo. - La inminente cosecha récord se espera con grandes expectativas y no menos preocupación en el cordón industrial. Aunque ya es habitual por estos días ver muchos camiones a los costados de los caminos esperando su turno para descargar en los puertos cerealeros es difícil imaginar el panorama al escuchar de los entendidos que "lo más grande está por venir". Según recientes estimaciones se calcula que en los próximos cuatro meses más de 1.200.000 camiones llegarán a descargar al Gran Rosario más de 40 millones de toneladas de cereales, pero -como desde hace años- la infraestructura para recibirlos no alcanza.
El problema tiene varias aristas que van desde la incomodidad de los vecinos y automovilistas de la zona hasta la inseguridad que provocan las calles y caminos colapsados en caso de ocurrir una emergencia. Y enciende una luz roja a futuro, si se cumplen las proyecciones optimistas de que en 2011 estos puertos estarán exportando alrededor de 64 millones de toneladas.
El tema preocupa a empresarios y autoridades de las ciudades del cordón; todos coinciden en que es inminente un colapso en las vías de comunicación por el desborde del tránsito pesado. Y no sólo se trata de pensar en las consecuencias que sufrirán los vecinos sino también los transportistas que deben soportar pésimas condiciones mientras esperan dejar la carga.
Este panorama empeora cuando alguien recuerda la explosión de un silo un año atrás y se imagina lo que podría pasar si hubiera un accidente similar en medio de un mar de camiones. "Con los camiones al costado de los caminos las ciudades quedarían prácticamente encerradas en caso de producirse una emergencia", sostuvo un funcionario del área de tránsito del municipio sanlorencino.
Como informara La Capital semanas atrás, empresarios y autoridades de la zona ya comenzaron a gestionar reparaciones. La Cámara de Comercio de San Lorenzo inició gestiones para lograr la reparación de la ruta A-012 en el tramo comprendido entre las rutas nacionales 9 y 11.
Asimismo, un grupo de intendentes del cordón reclamó ante el Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi) que se incluya en el plan de obras la reparación de ese mismo tramo, al que consideran el cuello de botella del transporte de granos. El pedido se fundamenta en que ya están avanzados los arreglos de la A-012 entre la ruta 33 y la 9, lo cual para los intendentes "es un error estratégico ya que la zona más complicada de la ruta A-012 es la comprendida entre las rutas 34 y 11".
Otro de los puntos que también se plantean algunos empresarios y que deberán resolver junto a las autoridades es la construcción de una única playa derivadora de camiones, con todos los servicios, que permita lo organización del tránsito pesado para evitar aglomeraciones en los caminos al momento de ir a descargar. Este predio debería ubicarse en un punto intermedio entre San Lorenzo y Puerto San Martín.
Playas desbordadas
Sucede que las playas privadas de las empresas se ven, año tras año, desbordadas. Esto hace que la espera de los camioneros se vuelva una tortura. "A veces las condiciones que tenemos que soportar no son humanas. Si me tengo que quedar en el camión al costado del camino esperando tengo que comer y hacer mis necesidades al lado del vehículo", contó un camionero. Y sus palabras cobran dimensión de realidad con sólo darse una vuelta por el lugar.
De la misma manera, todavía espera una definición la obra del intercambiador de las rutas A-012 y 11, cuya realización estaba prevista para hace más de cinco años con recursos provenientes en parte del fondo del conurbano y también del sector empresario. Nunca se concretó, aunque según fuentes de la Municipalidad sanlorencina estaría incluida en el presupuesto nacional de obras para este año.
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