Presiones del FMI y el BM por la compensación a la banca

Un día antes del viaje del ministro de Economía, Roberto Lavagna, a Washington, para participar de la asamblea conjunta del FMI y el Banco Mundial, un ejecutivo del Fondo reclamó al gobierno que instrumente cuanto antes la compensación a los bancos por los amparos y la pesificación asimétrica.
Stefan Ingves, director del Departamento de Asuntos Monetarios y Cambiarios del organismo, advirtió que "es imprescindible que se avance con este proceso para completar los balances bancarios y determinar cuál es el estado de solvencia de las entidades". El funcionario internacional habló durante el IV Simposio sobre seguros de depósitos, organizado por Seguros de Depósitos S.A. (Sedesa).
Ingves reiteró varias de las exigencias que figuran en el acuerdo firmado por la Argentina con el FMI, pero que aún no fueron cumplidas por el gobierno. "El Banco Central debe identificar a los bancos viables y quienes no lo son", para aclarar que "algunas entidades deberán ser reestructuradas, otras fusionadas y algunas tendrán que liquidarse".
Respecto a la evolución del mercado bancario local, insistió con la necesidad de revisar la situación de los bancos públicos. "Es prioritario avanzar con la reestructuración de la banca pública y determinar el rol que deben tener estas entidades en el futuro", agregó el funcionario del FMI.
Ingves también aprovechó para reclamar mayor protección para las autoridades del Banco Central en el proceso de reestructuración: "Darle protección jurídica a los supervisores es clave para cualquier estrategia que se quiera encarar para reestructurar el sistema financiero".
La presión del enviado del Fondo Monetario se conoció un día antes de que el ministro Lavagna viaje a Estados Unidos para participar de la asamblea conjunta de ese organismo y el Banco Mundial. Se estima que, entre otras cosas, el jefe del Palacio de Hacienda presentará los resultados obtenidos en el cumplimiento de las metas fiscales acordadas con el Fondo.
Si bien en materia de números el gobierno sobrecumplió los compromisos, el foco de presión pasó a ser la agenda de reformas estructurales involucradas en el miniacuerdo firmado en enero.
El lunes el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, reconoció la demora en el desembolso de un crédito por 500 millones de dólares prometido a la Argentina y condicionó la entrega de los recursos a que Argentina tome una serie de medidas económicas.