Otra investigación relacionada con el mejoramiento de las propiedades de ciertos alimentos se realizó en una cooperativa de Bahía Blanca, donde obtuvieron un tipo de aceite con las propiedades saludables del oliva, logrado a partir del girasol modificado genéticamente (girasol alto oleico). El producto tiene el gusto característico del girasol (el de oliva tiene un sabor muy particular, que no a todos gusta); el costo es similar; posee las cualidades saludables del oliva y tolera mejor la temperatura de la fritura (se degrada luego de reiteradas cocciones). El producto se presenta como un alimento de suma utilidad, sobre todo en Argentina, donde es frecuente la utilización de un mismo aceite en frituras consecutivas. Al respecto, el doctor Marcelo Simi advirtió que "a medida que se va calentando una, dos, tres veces, se vuelve cada vez más perjudicial para la salud porque se convierte en trans o hidrogenado, y aumenta el colesterol". El producto actualmente se comercializa únicamente en esa ciudad, pero tienen proyectado llevarlo a otras localidades.
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