La acusación de direccionar los ingresos al curso de formación de nuevos agentes de policía sumó dos nuevas denuncias que apuntan a los resultados de los exámenes físicos como el núcleo de las irregularidades. Una de las aspirantes sostiene que le exigieron 300 pesos para hacer constar en su ficha la altura requerida para acceder al curso, que no puede ser menor a 1,60 metro para las mujeres y 1,70 para los varones. Otra joven señaló que su talla fue disminuida para impedirle el ingreso y afirmó que al menos seis aspirantes, a los que pudo individualizar, lograron sortear los obstáculos aunque no reunían uno o varios de los puntos tan cuidadosamente exigidos a los demás. La nómina de irregularidades detectadas por las mismas ingresantes podría ser más larga. (ver aparte)
Marcela Did, de 23 años, es hija de un comisario principal retirado y se presentó como aspirante tres años consecutivos. En las dos ocasiones anteriores que quedaron suspendidas -la primera por bajo presupuesto y la siguiente por una denuncia por irregularidades similares a las denunciadas ahora- la mujer recibió su certificado de aptitud. Sorpresivamente este año en el test físico quedó asentado que su estatura es 0.5 centímetro menos que la exigida. También le informaron que tenía inconvenientes en su columna y en la evaluación de los test psicológicos.
Silvia, quien prefirió mantener su apellido en el anonimato por "no contar con las garantías necesarias", dijo a La Capital que a pesar de haber rendido bien los exámenes de las materias obligatorias y pasar con éxito los tests psicológicos, mide poco menos que el 1,60 metro exigido a las mujeres para ingresar a las filas policiales. Y que ese impedimento podría haberlo superado mediante el pago de 300 pesos a una "doctora" a la que identificó como "Silvina Roldán". Esta profesional, dependiente de la Dirección de Medicina Legal, es según un par de voceros consultados como la "secretaria privada del doctor Jorge Velasco", a la sazón titular de la mencionada repartición.
La interesada asegura que en principio evaluó la sugerencia porque sabía que quedaría eliminada. "Pero soy una persona honesta que quiere ser valorada por lo que soy, por lo que no acepté lo que me propusieron".
Al menos, dijo Silvia, eso ocurrió hasta que la prensa publicó una denuncia similar el pasado 26 de marzo. Entonces una joven identificada como Alejandra expresó que en su octavo intento de ingresar a la policía pudo superar el puntaje mínimo exigido por la fuerza. Pero que, a pesar de los 8,75 puntos obtenidos en las diferentes pruebas y pasar con éxito el resto de las evaluaciones que le ocuparon al menos un día por semana a lo largo de un mes, el 17 de marzo último le entregaron un informe en el que la calificaban como "no apta por no tener la estatura reglamentaria" ya que mide sólo 1,56 metro.
Entonces, Alejandra expresó que "personal a cargo de la revisación pedía entre 300 y mil pesos a cambio de modificar la estatura en las fichas personales". Idéntica denuncia expresó Silvia, quien contó a La Capital que una aspirante, a la que identificó como R.V., "mide 1,58 metro y pagó 280 pesos para que en su ficha antropométrica figure 1,61", con lo que pudo acceder al curso y enrolarse en la policía.
Como sus compañeras, Did afirma que varios de los aspirantes, hombres y mujeres, lograron sortear los obstáculos de un modo irregular. Una de las personas que logró identificar es R.V., la misma que denuncia Silvia. Además indica a J.P., familiar de un policía, quien ingresó a pesar de medir 1,56 metro; W.T. que mide menos del 1,70 metro exigido a los hombres; A.L. no alcanza la altura mínima por 2 centímetros; B.H. tiene problemas en ambos pies; M.C. lleva un tatuaje en el pecho, del lado izquierdo y L.H. tampoco alcanza el 1,60 metro. Según afirma, la lista podría ser más larga y está en poder de otras frustradas aspirantes. Este diario tiene los nombres y apellidos completos.
Did se presentó el mismo día que fue medida en el curso a Medicina Forense de los Tribunales provinciales, donde constató que su altura, como en las mediciones anteriores, es de 1,615 metro; un centímetro y medio por encima del mínimo exigido. También refrendó los informes sobre el estado de su columna y la evaluación psicológica con radiografías y supervisiones realizadas en centros médicos y consultorios particulares. La segunda revisión de su altura la realizó en la mutual policial, ante la presencia de un médico, una escribana y su abogada particular y obtuvo el mismo resultado.
Las copias de todos los informes los envió, como parte de una medida de amparo, a la Jefatura de Policía en Santa Fe en la que pedía su reincorporación al curso.
"No tengo miedo de dar mi nombre completo porque estoy diciendo la verdad", asumió Did, que cuenta con el total respaldo de su padre, comisario, para llevar adelante todas las medidas necesarias para acceder al curso de aspirante.
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La Ciudad
