Año CXXXVI
 Nº 49.806
Rosario,
martes  08 de
abril de 2003
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Newell's Old Boys
Grabinski todavía lo grita
El defensor desea que "no sea el último" festejo

Se lo había propuesto como un objetivo. Siempre lo había buscado, en cada córner iba a cabecear pero nunca había tenido una alegría. Quería tener la satisfacción, ese placer que se siente en el grito de gol. Tuvo que esperar hasta su partido 74 para lograrlo. Por eso lo festejó tanto. Lo gritó con todas sus ganas. Y, aunque no lo diga porque no quiere anticiparse a los hechos, consiguió marcar un gol con la camiseta de Newell's cuando todo parece encaminarse a que dejará el club a fin del Clausura, cuando termine el contrato. Cristián Grabinski hizo su tanto, el que le sirvió a la lepra para empezar a ganar en Santa Fe con un cabezazo que dio en el palo y cruzó esa línea de cal que parecía infranqueable. Sí, Grabinski marcó su gol, y pidió "que no sea el último".
"Fue una alegría enorme. Un sentimiento muy difícil de explicar. Necesitaba hacer un gol para aumentar mi confianza en el juego. ¿En quiénes pensé? En ese momento se me cruzaron imágenes de mi nene (Isaac, de un año y ocho meses), mi señora (Betiana) y mi vieja (Mercedes)", confió Cristián.
No sabía para dónde correr, con quién celebrarlo. Claro, no tenía un festejo preparado. Y... la falta de costumbre. "Siempre soy espontáneo. Lo grité como me salió en ese momento, sin cosas raras", reconoció el defensor rojinegro.
"Me cortinó Sebastián Domínguez, tal como lo habíamos entrenado en la semana, y gracias a Dios salió bien", relató el Mudo, como se lo conoce por su característica de no hacer demasiadas declaraciones a la prensa.
Y a esta conquista la consiguió en un momento muy particular. Cuando mucho se habla de que sus días en Newell's están contados. Porque se le vence el contrato y la diferencia entre oferta y demanda con la dirigencia por la renovación parece insalvable. Por eso apareció en la lista negra y se llegó a decir que tras su suspensión por cinco amarillas tras el clásico no volvería a jugar en primera.
Sin embargo, el Bambino le devolvió la titularidad enseguida ante Unión y le respondió de la mejor manera. Porque no sólo hizo el gol sino que anuló a Pablo Islas y despejó cada pelota amenazante cuando Unión fue por el empate.
"Sumar los tres puntos era muy importante y lo conseguimos con una buena actuación, sobre todo en el primer tiempo. Porque en la segunda etapa, en su afán por empatar, Unión nos llevó para atrás pero supimos controlarlos. Igual, este es un problema que tenemos que solucionar en la semana", contó.
Sí, lo consiguió. Grabinski por fin gritó su gol. Ese que se había propuesto en la pretemporada. No se quedó mudo de tanto gritarlo y espera "que no sea el último".



Por fin Cristián Grabinski pudo llenarse la boca de gol. (Foto: Marcelo Bustamante)
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