| | El Papa recibe a Duhalde "con todos los honores"
| El presidente Eduardo Duhalde mantendrá hoy, a las 11 hora italiana, su primer contacto oficial con el Papa Juan Pablo II tras asumir el gobierno a principio de 2002. En ese sentido, el secretario de Culto, Esteban Caselli, aseguró que la gira del primer mandatario a la Santa Sede será "con todos los honores", a pesar de que su encuentro con el Sumo Pontífice no tendrá carácter de visita de Estado. No obstante, este no será el primer acercamiento del jefe de la Casa Rosada al líder de la Iglesia Católica, dado que apenas iniciada su gestión había programado un encuentro para el 13 de octubre de 2002, que luego debió suspenderse por la efervescencia social interna. En ambos casos, el programa contó con la mano del Caselli, un conocido en los pasillos vaticanos por su particular gestión como embajador ante la Santa Sede durante el gobierno de Carlos Menem. Al diplomático se le atribuye, entre otras acciones, haber forzado en 1995 -cuando todavía era asesor presidencial- una aclaración de la Oficina de Prensa de la Santa Sede en cuanto al contenido de un mensaje papal desfavorable a la política socioeconómica aplicada en el país. Caselli negó, asimismo, que la primera dama, Hilda González de Duhalde, fuera a pasar un mal momento frente a la máxima autoridad eclesiástica por haber sido una de las impulsoras de la ley de salud reproductiva en el país. "De esos temas no se habla", sentenció el ex embajador argentino ante la Santa Sede en un breve diálogo previo a su partida a Roma con la comitiva oficial. Tras explicar que el Pontífice "no concede desde hace tiempo visitas de Estado", el diplomático intentó no quitarle peso específico a la "audiencia privada" que el primer mandatario mantendrá con la máxima autoridad de la Iglesia Católica. "Será con todos los honores", subrayó Caselli, aunque sin dar demasiados detalles sobre el particular. Duhalde, sin embargo, ya estuvo frente al Pontífice en 1999 cuando -cien días antes de la elección- todavía aspiraba a derrotar en los comicios al candidato Fernando de la Rúa. En aquella oportunidad, el entonces gobernador de Buenos Aires se preocupó con contarle al Papa su estrategia para renegociar la deuda externa y de coincidir con la postura papal en cuanto a que debía "aliviarse o condonarse totalmente" el empréstito internacional de aquellos países de situación de extrema pobreza. Ahora llegará para solidarizarse con la prédica pacifista de la máxima autoridad eclesiástica y evitar que su mujer no reciba algún cuestionamiento por haber impulsado la ley de salud reproductiva en el país.
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