Vélez Sarsfield hizo un gol y se dedicó preferentemente a cuidarlo, así le ganó el clásico de barrio a Nueva Chicago en Mataderos y se afirmó entre los principales animadores del torneo Clausura, a tal punto que es uno de los tres líderes. A su vez, el resultado le vino al pelo a Central. El primer tiempo fue discreto, a pesar de que al principio se apreció mucha intensidad. Chicago salió dispuesto a presionar a su adversario y prevaleció durante los 10 minutos iniciales. A Vélez le costó acomodarse en la cancha, pero una vez que el armador Leandro Gracián comenzó a aportar su creatividad la situación se modificó y aprovechó para ponerse en ventaja. Bardaro puso la pelota entre los centrales para la entrada de Gracián, quien esquivó al arquero y definió. Vélez se replegó, tomó mayores recaudos y dejó que Chicago asumiera nuevos riesgos. El Torito recurrió a su carácter y trató con fuerza de la voluntad de llegar al empate. A los 26 hubo un cabezazo de Leandro Testa que rozó el poste derecho y poco después chocaron entre Sessa y Pellegrino y la oportunidad quedó a pedir de Amaya, pero el volante tiró rasante y despejó un defensor. Chicago fue perseverante, pero se fue al descanso en desventaja. Y ni bien se puso en marcha el capítulo decisivo metió a Vélez muy cerca del puesto defendido por el Gato Sessa. En esta segunda etapa Chicago se acercó a la paridad muy especialmente cuando Amaya quedó frente al guardavalla, pero tiró sin la dirección adecuada. Bardaro en un contraataque estuvo a punto de aumentar la distancia en el tanteador, pero el suspenso se prolongó. Al anfitrión le faltó definición y se desesperó en la medida que se le escapaban los minutos. El delantero Daniel Tilger era una carta clave para la esperanza de los de Mataderos, pero le pegó un golpe a Pellegrino y se hizo expulsar a 14 minutos del epílogo, cuando restaba mucho para el final. Chicago luchó pero a Vélez el cálculo le sirvió para imponerse en el clásico de barrio y consolidarse en el mejor lugar de la tabla del torneo Clausura. (DyN)
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