Boca Juniors, que ostentaba la exclusividad de la punta, tuvo un inesperado tropiezo ayer con el modesto Olimpo, de Bahía Blanca, que le empató 1 a 1 en la Bombonera y lo condenó a compartir el liderazgo del torneo Clausura con River y Vélez. La rápida ventaja del conjunto de Carlos Bianchi, que se consumó a los 4 minutos de juego con un tanto de Alfredo Moreno, no hizo suponer una languideciente actuación, que terminó de apagarse a los 68', cuando Silvio Carrario, ex jugador del club, estableció la igualdad definitiva. Boca, de esta manera, interrumpió una racha de cinco triunfos consecutivos en el torneo local, por segunda vez en cuatro días cedió puntos en su estadio (el jueves pasado lo hizo ante Colo Colo, por la Copa) y fue alcanzado en lo más alto por Vélez y River. Y Olimpo, además de regalarse un gran gusto con una tarde soñada en la Bombonera, sumó un punto de oro para alejarse de la zona del descenso. Como hace pocos días con los chilenos, Boca tuvo otra actuación decreciente. Tomó una rápida ventaja en el resultado, la justificó durante el primer tiempo, no supo rematar el partido, abusó de la confianza y terminó sorprendido por un rival que, en definitiva, se llevó un punto legítimo. La tarde parecía sencilla cuando en apenas 4 minutos de juego Moreno, con una diagonal en el área, decretó el primer gol con una definición cruzada tras un servicio de Tevez, quien capitalizó una pelota perdida por Carrario en zona de gestación. La impaciencia por la llegada del segundo gol sumió a Boca en un juego nervioso que, paulatinamente, perdió claridad en la mitad de la cancha y trasladó su confusión a todas líneas. En cambio Olimpo transitó el camino inverso, porque después del desconcierto inicial se consolidó en la zona de volantes con un destacado trabajo de Pablo Mannara, quien aprovechaba los espacios que el juvenil Pablo Jeréz entregaba por el costado izquierdo. Así, los dirigidos por Julio Falcioni equilibraron el desarrollo y transmitieron la certera impresión de que el partido no estaba para nada definido. Carrario, prácticamente solo en el ataque, tuvo ingenio de sobra para provocar dolores de cabeza en el rival, porque además de sufrir dos penales no sancionados por Gabriel Brazenas contó con una clara chance de empate al término del primer tiempo, que Sebastián Battaglia evitó con un cruce oportuno en el área. El crecimiento de Olimpo, basado en el corazón y la vergüenza de sus jugadores, se proyectó en el segundo tiempo y coincidió con un funcionamiento aún más opaco del conjunto local, que a la postre terminó librado al gran presente de Estévez como exclusiva esperanza. Después de los 15 minutos, Olimpo jugaba decididamente mejor por lo que el empate ocurrido a los 23 minutos no sorprendió. Héctor González, en tres cuartos de cancha, cruzó una pelota en la defensa rival, Schiavi se dejó ganar la espalda y Carrario (en posición dudosa) definió ante la salida estéril de Abbondanzieri. Boca quedó absorto por la igualdad, no tuvo ingenio para cambiar el destino, el equipo de Bahía Blanca se defendió con corrección e incluso pudo haberlo ganador si hubiera tenido un poco más de audacia. De todas maneras, Olimpo ya había cumplido su objetivo con una dignísima actuación que desnudó problemas de gran preocupación para Boca de cara al futuro. (Télam)
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