Las líneas del transporte de pasajeros 101, 102, 110, 153 (todas de la empresa Rosario Bus), la 147 (Cotal) y la 133 (Molino Blanco) resultaron ser las que peor cumplen con las frecuencias horarias. Así lo confirmó la Secretaría de Servicios Públicos municipal, repartición que por estos días realiza un operativo especial para controlar el tiempo entre un colectivo y otro.
"Tenemos informes preliminares que indican básicamente que hay un buen comportamiento en el horario diurno, aunque existen algunas que hay que ajustar bastante", dijo Miguel Lifschitz, secretario del área que trabaja desde hace una semana en este control.
El planteo de la Intendencia es que se cumplan las frecuencias que cada línea tiene aprobadas; es decir, básicamente entre 5 y 8 minutos y unos 15 como máximo en las puntas de línea.
No obstante, el horario nocturno es el que registra los mayores incumplimientos. "Vamos a poner el esfuerzo para tratar de mejorar en este sentido", remarcó.
Respecto de los colectivos incumplidores, "obviamente que las líneas menos rentables o con menor demanda aflojan con las frecuencias", sostuvo Lifschitz, antes de agregar que "la totalidad del sistema tiene que cumplir con los horarios establecidos respondiendo a una lógica de servicio público".
Luego recordó que los inspectores municipales observaron "un promedio de cumplimiento de las frecuencias de alrededor del 80 por ciento". En este marco, las líneas más problemáticas son la 101, 102, 110, 153, 147 y 133, que están en el orden del 60 por ciento de cumplimiento.
La verificación consiste en realizar un control en las esquinas con la presencia de inspectores, quienes ya detectaron ya que de día las demoras registradas por los ómnibus con mayores problemas alcanzan los 10 minutos.
Desde el pasado lunes, unos 50 inspectores municipales están en la calle durante las 24 horas para verificar que las empresas de colectivos cumplan con las frecuencias estipuladas. Este hecho obedece a que desde agosto del año pasado la caída de pasajeros que venía registrándose comenzó a desacelerarse y parece haberse detenido. Lifschitz apuesta a mejorar las frecuencias y retener al público.
Discapacitados afuera
Mientras tanto, el concejal radical Rubén Rosa denunció que en la línea 35/9 no permitieron utilizar la franquicia a una mujer discapacitada. Es más, según el edil se habrían colocado carteles que indican la nulidad de los pases.
Lifschitz cuestionó esta decisión y expresó que "en lo que se refiere al tránsito urbano debería cumplirse la normativa municipal". El trayecto de esos colectivos es interurbano, ya que salen de los límites de la ciudad, pero funcionario y concejal insistieron con que dentro de los límites de Rosario rige la normativa local.
Finalmente, el secretario de Servicios Públicos añadió que "si se detecta la falta, se aplicarán las multas correspondientes". Y Rosa confirmó a La Capital que el lunes presentará en el Palacio Vasallo un pedido de informes a la Municipalidad para que sea tratado el jueves.