El candidato presidencial del Frente para la Victoria, Néstor Kirchner, se diferenció anoche del ex presidente Fernando de la Rúa y de su rival Carlos Menem al destacar que no "huirá en un helicóptero" ante las adversidades y que los hombres "que no aman a su familia y que no tienen a sus hijos" no deben volver a representar a los argentinos. Ante un colmado estadio de River Plate, el gobernador santacruceño encabezó un acto proselitista que movió los decibeles de la campaña. De hecho, se trató del primer mitin realizado en un estadio con la capacidad del Monumental de Núñez, en una jugada clave para alcanzar la voluntad del electorado.
"Los hombres que no aman a su familia y no tienen a sus hijos nunca más tienen que volver para representar a la Argentina", afirmó Kirchner. En esa línea, el candidato presidencial recalcó: "Estoy cansado de discursos tribuneros, que hablan de Perón y Evita, pero después, cuando llegan al gobierno, se olvidan de sus concepciones y de la gente".
De esta manera, aseguró que en caso de ganar las elecciones hará "un nuevo contrato social y moral, ya que hacen falta dirigentes patriotas que encarnen la renovación".
"Sueño con volver a aquellos tiempos del trabajo y la producción como los que vivieron nuestros antepasados", sostuvo el sureño, quien agregó que "hay que poner la Argentina de pie".
Kirchner criticó la convertibilidad impuesta por Menem y Domingo Cavallo, al enfatizar: "Con el 1 a 1, se fueron los chicos del país; con el 1 a 1 nos quedamos sin trabajo y con el 1 a 1 compramos la heladera, pero no teníamos con qué llenarla".
Haciendo eje en las banderas que reivindicaban a los líderes históricos del movimiento peronista, el candidato levantó su voz: "Nunca más quiero que en el PJ nos cambien a Evita por María Julia Alsogaray".
El postulante oficialista también se diferenció de De la Rúa al sostener que "ante cualquier problema que tenga el pueblo, no me voy a escapar en helicóptero", en obvia alusión a la frustrada gestión de la Alianza.
"Me siento con capacidad para conducir el país. Conmigo la gente debe saber que ante el primer problema no me escaparé en helicóptero. Y también deben saber que cuando el pueblo esté reclamando en la Plaza de Mayo no lo voy a mandar a reprimir", se entusiasmó.
Al mencionar la guerra contra Irak, Kirchner afirmó que "no queremos hacer buenos negocios con las manos llenas de sangre", en referencia al alineamiento argentino con Estados Unidos durante la primera Guerra del Golfo.
Por su parte, el compañero de fórmula de Kirchner, Daniel Scioli, aseguró: "No queremos más sacrificios y ajustes" y remarcó que junto al gobernador santacruceño "vamos a aportar toda nuestra capacidad para sacar a la Argentina adelante de una vez por todas".
Scioli hizo hincapié en el plan que aplicarán con Kirchner en caso de llegar al gobierno, mediante el cual impulsarán "la producción, el trabajo nacional y la exportación".
"Vamos a trabajar con fuerza para llenar las góndolas de los supermercados del mundo con productos argentinos", enfatizó.
El candidato a vicepresidente criticó indirectamente a Menem al destacar que "ni mano dura, ni mano blanda, sólo la fuerza de la ley". Scioli señaló que en el próximo gobierno que encabezará con Kirchner "se viene la unidad nacional. Somos la fórmula joven y la marca registrada es Argentina".
El acto lo abrió el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, quien dijo que "en representación de miles de argentinos del norte, no queremos volver al pasado, queremos una economía basada en la producción y el pleno empleo y los únicos que representan esto son Kirchner y Scioli".
Otros de los oradores fue el mandatario bonaerense, Felipe Solá, quien expresó que "para solucionar los problemas de la provincia, primero hay que solucionar los de la Nación. Estamos trabajando para eso junto a Kirchner y Scioli, quienes son la única opción".
En el acto estuvieron presentes los gobernadores Carlos Rovira, de Misiones; Gildo Insfrán, de Formosa, y Julio Miranda, de Tucumán; los vicegobernadores de Corrientes, Eduardo Galantini, y de Tierra del Fuego, Daniel Gallo.
Además, concurrieron los ministros de Educación, Graciela Giannettasio; de la Producción, Aníbal Fernández; de Seguridad y Justicia, Juan José Alvarez; de Salud, Ginés González García; el secretario general de la Presidencia, José Pampuro, y el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof.
La primera línea, en pleno
Pero la lista de referentes peronistas no se detuvo en esos nombres. La coordinadora de Políticas Sociales, Hilda Chiche Duhalde; la senadora Cristina Fernández de Kirchner; el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño; el presidente provisional del Senado, José Luis Gioja, e importantes dirigentes del justicialismo bonaerense dieron el presente.
Con la Marcha Peronista como fondo, Kirchner, Scioli y sus respectivas esposas agradecieron la presencia de la militancia peronista. Los principales operadores políticos del gobierno y del santacruceño no pudieron ocultar su satisfacción: "Prometimos y cumplimos: reventamos la cancha de River".
Con el acto en River, Kirchner decidió acelerar la marcha de la campaña electoral, que ingresa en un tramo definitorio, captar la voluntad de la mayoría justicialista y atraer el voto independiente. Por eso no sorprendió que sus dardos tuvieran un objetivo claro: Carlos Menem.