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Cualquier medio de defensa es lícito

La amenaza de aplicar duras sanciones a los iraquíes ante la eventual comisión de "crímenes de guerra" por parte del señor Bush y sus aliados quedará en los anales del cinismo. Todo esto nos hace recordar las invasiones inglesas de 1806 y 1807, en las que los soldados invasores se quejaban porque la población de Buenos Aires les arrojaba agua hirviendo. La susodicha amenaza, sin duda, surge de la comprobación de que los iraquíes, lejos de recibir a los atacantes con las aclamaciones que éstos pronosticaron, resisten como pueden, en reacción semejante a la de aquellos patriotas locales. Es que nadie puede tolerar que gente extraña pretenda adueñarse, por la fuerza y sin derecho alguno, de su propia casa. Y en tal situación cualquier medio de defensa resulta, en última instancia, lícito.
Roque A. Sanguinetti