El equipo de Copa Davis de Argentina que entre mañana y el domingo próximos buscará llegar por séptima vez hasta las semifinales del tradicional certamen, comenzará hoy a desandar el camino de esa ilusión con el sorteo del orden de juego ante Rusia, el actual campeón, que inspira un enorme respeto por la gran categoría de sus tenistas. El orden de juego se conocerá hoy a las 10.30 en la reunión que se llevará a cabo en el Hotel Emperador, enclavado en la avenida del Libertador 420 de la Capital Federal y servirá para determinar quién abrirá la serie cuya recompensa final es un lugar entre los cuatro mejores del Grupo Mundial. El primer día de juego será mañana a las 10.30 con el enfrentamiento del número uno de cada país ante el número dos, ubicación que se fija de acuerdo al ránking de la ATP, mientras que el sábado se llevará a cabo la tradicional ceremonia inaugural y el encuentro de dobles, en el mismo horario del día anterior. El domingo será la última jornada de juego, a partir de las 10.30, con los singlistas invertidos del primer día, es decir que se medirán los número uno de cada país y los número dos entre sí, y si los capitanes disponen un cambio en la formación deberán anunciarlo hasta dos horas antes de cada partido. Así David Nalbandian, décimo del ránking mundial y principal raqueta argentina, enfrentará el primer día al ascendente Mikhail Youzhny (27º), mientras que Gastón Gaudio (20º) tendrá la parada más difícil frente al top ten Marat Safin (8º), en tanto el sábado entrarán en acción los doblistas. Nalbandian, junto a Lucas Arnold (41º en el ránking de dobles), enfrentarán ese día a Yevgeny Kafelnikov, 28º del mundo en singles y 9º en el escalafón de duplas -con un palmarés en el que se destacan 26 títulos de la especialidad- y posiblemente Safin, si se decide utilizarlo pese a la molestia que arrastra en el tobillo derecho. Respecto del sorteo, si bien no tiene una importancia significativa, es trascendente para el Gato Gaudio, quien prefiere jugar siempre el primer partido de la serie. Al joven de Temperley le gusta saber a que hora va a jugar -lo incomoda bastante tener que esperar el final del primer partido para después entrar en acción- y prefiere abrir la serie para actuar sin la presión de tener que levantar un eventual marcador adverso. El equipo argentino que tiene como capitán a Gustavo Luza está frente a una ocasión inmejorable, ya que la última vez que alcanzó las semifinales, el año pasado, le tocó definir casualmente ante Rusia en la rapidísima carpeta del Sports Palace Luzhniki, de Moscú, donde la serie terminó en derrota por 3-2. Argentina, que superó las semifinales en una ocasión, en 1981, pero luego perdió la final ante Estados Unidos, tiene una gran ocasión para volver a estar en el selecto grupo de los cuatro mejores, pero primero debe superar al campeón que vino a Buenos Aires con todo su poderío. Los rusos tienen como antecedentes dos victorias sobre Argentina, en 1985 y la del año pasado, y vienen de sortear con éxito una parada difícil ante la República Checa en Praga (con gran actuación de Youzhny), hechos a tener en cuenta para los argentinos, quienes prefieren resaltar su imbatibilidad sobre polvo de ladrillo y la estirpe copera de sus jugadores. El ganador de Argentina-Rusia jugará en septiembre próximo ante el vencedor de la eliminatoria que animarán en Valencia el local España y Croacia. Aunque esa será otra historia. Ahora es tiempo de pensar en Safin, Youzhny y Kafelnikov, y en cómo vencerlos para estar un poco más cerca de la gloria. (Télam)
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