Un camión cargado con 34 mil litros de combustible fue robado la noche del martes por piratas del asfalto en cercanías de la localidad de Maciel, 55 kilómetros al sur de Rosario, y ayer a la mañana apareció abandonado sin su carga en Santa Fe. En tanto, el chofer estuvo cautivo de los maleantes a lo largo de toda la noche hasta que lo liberaron en la autopista Rosario-Córdoba. El hecho se inscribe en una imparable ola de robos perpetrados en los caminos del sur provincial contra los transportadores de combustibles. Hechos que, para las estadísticas, se traducen en 5 casos iguales en los últimos 30 días.
Todo se inició cuando Juan Camilo Gianotti, de 59 años, salió al mando de su Mercedes Benz 1620 de la destilería SL de la ciudad de San Lorenzo con una carga de 34 mil litros de combustible (gasoil, nafta común y súper), valuada a precio mayorista en 47 mil pesos. Habían pasado las 20.30 del martes y su destino era la ciudad chaqueña de Roque Sáenz Peña. Pero a poco de salir y cuando el chofer circulaba por la ruta nacional 11, entre Maciel y Monje con destino al norte, fue interceptado por un Renault 11 desde el cual fue amenazado con armas de fuego y "se efectuaron un par de disparos al aire para amedrentarlo y obligarlo a detenerse", dijeron los voceros.
Entonces Gianotti detuvo la marcha y dos de los ocupantes del auto descendieron y fueron a su encuentro. "Uno de los delincuentes se apoderó del camión y emprendió la marcha mientras que el otro lo obligó a subir al auto y le vendó los ojos".
De acuerdo a lo denunciado la mañana de ayer por Gianotti en la comisaría 23ª de Funes, "después de un rato de andar por caminos pavimentados y de tierra, lo introdujeron en una casa donde le prometieron que nada le iba a pasar y lo obligaron a permanecer toda la noche vendado". Con el amanecer del miércoles, el chofer fue llevado en un auto y abandonado "en perfecto estado de salud y sin ningún golpe" a la vera de la autopista Rosario-Córdoba, "unos metros antes del arroyo Ludueña, en jurisdicción de la subcomisaría 22ª".
Sin embargo, a las 9 de la mañana Gianotti llegó caminando a la seccional de Funes donde dejó registrada la denuncia. Por esa hora, la policía de Santa Fe ya había dado con el camión, aunque no con su carga.
Si bien la Jefatura de la Unidad Regional I se enteró de la misteriosa aparición del camión a media mañana de ayer, los vecinos del barrio Ciudadela Norte dijeron que poco después de las 2 de la mañana el rodado había sido abandonado por un par de personas en la intersección de calles Ruperto Godoy y Juan Díaz de Solís.
El ruido del motor y la frenada del pesado vehículo en un cruce de escaso tránsito sobresaltó al vecindario que, no obstante, relató a periodistas de El Litoral que el o los "encargados de dejar el vehículo actuaron de manera silenciosa".
Si el testimonio de la gente y la hora denunciada por Gianotti se ajustan a la realidad, la velocidad con la cual actuaron los piratas del asfalto fue notoria. Sólo necesitaron de 5 horas y media para perpetrar el robo, recorrer los 130 kilómetros que separan a La Ribera de Santa Fe, vaciar el camión en algún lugar de ese trayecto y abandonarlo.
Con los pocos datos aportados por Gianotti, la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional II trataba anoche de buscar la punta de una madeja que les permitiera dilucidar en que lugar pasó cautivo la noche el camionero. Aunque los voceros expresaron que "es bastante difícil saberlo porque el hombre estuvo vendado y le dieron varias vueltas que lo desorientaron".
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La Ciudad
