Kuwait City. - Decenas de trabajadores de agencias de ayuda humanitaria y camiones cargados con comida y agua potable esperan en Kuwait que las condiciones de seguridad mejoren en el sur de Irak para poder atender las necesidades de esta población cuya pobreza, ya crónica, se agravó desde el inicio de la ofensiva. "Estamos esperando que la seguridad aumente para entrar y trabajar como es debido. No pensábamos que íbamos a estar bloqueados tanto tiempo", aseguró Antonia Paradela, del Programa Alimentario Mundial (PAM) en Kuwait. Este organismo de la ONU tiene almacenadas 160 toneladas de galletas energéticas y un contrato con una compañía local para repartir 10 millones de piezas de pan suficientes para 2 millones de personas en un día. Pero por ahora todo está bloqueado. Idéntica situación vive la Media Luna Roja kuwaití, que después de repartir bolsas de comida y agua durante dos días (26 y 28 de marzo) en Safwan y Um Qasar, ciudades «liberadas» al sur de Irak, tuvo que suspender las entregas debido a que el gobierno kuwaití considera que no se reúnen todas las condiciones de seguridad necesarias. "La distribución de agua fue caótica. Ahora estamos contactando líderes locales para que nos ayuden a llegar directamente a las casas, al interior de las ciudades, para que y el agua y la comida puedan llegar al mayor número de personas posible", se indicó. (AFP)
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