Campamento As-Saliyah, Qatar. - El sitio a la ciudad iraquí de Basora, rodeada desde hace más de una semana, podría dar a las fuerzas de la coalición anglo-estadounidenses una idea a menor escala de lo que será la futura batalla de Bagdad. Numerosos analistas predicen un baño de sangre en la batalla donde se enfrentarán las fuerzas de la coalición a unidades de élite iraquíes en Bagdad. En Basora, 500 km al sur de la capital, las tropas británicas dicen estar a punto de tomar el control de la gran ciudad del sur de Irak y de haber evitado un violento combate urbano. Después de haber invadido la ciudad, las tropas británicas efectúan desde hace algunos días lo que llaman "ataques quirúrgicos" y operaciones contra los símbolos del régimen de Saddam Hussein. Esta situación podría dar una imagen de lo que espera a las tropas de la coalición en Bagdad. Tanques británicos lanzaron una operación en la ciudad para destruir una estatua de Saddam Hussein y para poner fuera de servicio a la televisión local utilizada por el partido Baas (en el poder). Al tiempo que atacan la infraestructura del partido Baas en Basora, las tropas británicas distribuyen ayuda humanitaria y hacen propaganda para tratar de ganarse la simpatía de la población. El lunes, la sede principal local del partido Baas, cinco kilómetros al sureste de Basora fue ocupada y los soldados británicos indicaron que dejaron que los habitantes se apropiaran de los depósitos de alimentos que se encontraban allí. Por otra parte, los británicos instalaron una estación de radio móvil que difunde canciones tradicionales árabes, temas de moda y mensajes en árabe donde se afirma que los días del régimen de Bagdad están contados. La conquista de Basora sería la primera victoria mayor de las fuerzas de la coalición. Casi dos semanas después de comenzada la guerra, éstas no han conseguido controlar ningún centro urbano importante a pesar del avance de la infantería de marina estadounidense en el desierto hasta unos cien kilómetros de Bagdad. Los estrategas del Pentágono habían previsto una sublevación popular en Basora, ciudad shiíta de 1,2 millón de habitantes. Pero la rebelión no se produjo y las tropas iraquíes oponen una resistencia encarnizada a las tropas de la coalición. EEUU empujó a los shiítas a sublevarse contra el régimen de Bagdad justo después del término de la guerra del Golfo en 1991, pero la revuelta fue reprimida con una ferocidad particular en Basora y las víctimas fueron decenas de miles. Los habitantes que huyen de la ciudad afirman que los soldados iraquíes liquidaban a los hombres que se negaban a combatir junto a ellos. Algunos indicaron que dejaban la ciudad para facilitar su invasión por las tropas británicas. (AFP)
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