Año CXXXVI
 Nº 49.800
Rosario,
miércoles  02 de
abril de 2003
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Guerra en el Golfo. Ambos sectores tratan de imponer sus convicciones
La guerra exacerbó la interna entre la fuerza aérea y el ejército estadounidense
La acusación sobre la insuficiente cantidad de hombres desplegada por el Pentágono reavivó el debate

Washington. - Las acusaciones de que los líderes del Pentágono desplegaron tropas insuficientes en Irak se enmarca en la pugna dentro de las fuerzas armadas sobre cómo debe librarse una guerra en la era del poder aéreo de precisión.
Casi desde la invención del avión, el ejército -fuente de las últimas quejas- quedó rezagado detrás de la fuerza aérea en la competencia por influir en la dirección de las fuerzas armadas estadounidenses. Pero la guerra de Irak es la primera que fue concebida para sacar la máxima ventaja no sólo del dominio aéreo de Estados Unidos sino de las tecnologías de información y los avances en vigilancia y reconocimiento aéreo y terrestre.

Teorías a prueba
Esta guerra pone a prueba teorías según las cuales una pequeña fuerza terrestre que actúa en forma coordinada con la fuerza aérea y con mayor visión del campo de batalla, puede alcanzar el poderío de una fuerza convencional mucho mayor. "Hay mucho en juego en términos de qué rama militar se lleva la mayor tajada del presupuesto; qué rama es la más prestigiosa; qué oficial cuatro estrellas y de qué arma se queda con los comandos más importantes", comentó Andrew Bacevich, un oficial retirado y profesor de la Universidad de Boston, en Massachusetts.
La intensidad del debate responde a profundas convicciones sobre la naturaleza de la guerra moderna. Ante las proclamadas virtudes de la alta tecnología, el ejército tiene una visión más escéptica que las demás fuerzas, comentó. Por un lado, están "los que piensan que la naturaleza de la guerra es inmutable y que la guerra es una opción de alto riesgo, casi incontrolable, y que la victoria se alcanza con la aplicación de un poder superior".
Otros afirman que "la naturaleza de la guerra puede ser modelada con la tecnología de la información y armas de precisión y que esa guerra transformada, revolucionaria, tiene potencialmente la capacidad de hacer del recurso de la fuerza algo más político e incluso humano".
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, intensificó la polémica al empujar al ejército a abandonar su estructura de tanques pesados de la Guerra Fría y reemplazarla por tácticas de despliegue más livianas y veloces. El año pasado, enfureció al ejército al cancelar un programa para el desarrollo del sistema de artillería Crusader -de 11.000 millones de dólares- argumentando que era demasiado pesado y que no podía desplegarse rápidamente.
En Afganistán, optó por las fuerzas especiales y el poder aéreo para derrocar a los talibanes, y recurrió a las fuerzas de tierra convencionales sólo después que la mayor parte del país había caído en manos de las fuerzas rebeldes afganas. Pero incluso antes de Rumsfeld, el ejército luchaba por mantener su relevancia en un mundo de guerras inesperadas en lugares remotos.
El presidente Bill Clinton descartó recurrir a las fuerzas terrestres en Kosovo, valiéndose exclusivamente del poder aéreo para derrocar a Slobodan Milosevic en la ex Yugoslavia. Pero en una guerra terrestre de envergadura, como la que se libra ahora en Irak, los defensores del ejército ven la oportunidad de una reivindicación de su enfoque de guerra tradicional.
"Muchos dijeron que los tanques eran anacrónicos, que no los necesitamos más", expresó el teniente general retirado William Odom. "La idea de aligerar esas fuerzas, deshacerse de esos tanques es, para decirlo cortésmente, imprudente".
Cuando las columnas de tanques avanzaban rápidamente y pasaron a sus líneas de abastecimiento, oficiales del ejército acusaron anónimamente a Rumsfeld de no desplegar suficientes fuerzas en la región, achacándole que intentaba librar una guerra "barata".
"Los oficiales retirados que se quejan son los mismos que se han quejado todo el tiempo de que la fuerza activa es demasiado pequeña y que se necesitan más botas en el terreno", señaló James Carafano, experto del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias, un grupo privado de análisis de Washington. (AFP)



Bombas sobre Bagdad.
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