La versión proporcionada por un corresponsal del diario norteamericano The Washington Post acerca del incidente de anteayer en un puesto de control militar cerca de la ciudad iraquí de Nayaf, en el que murieron entre siete y diez civiles, difiere de la dada ayer por el Comando Militar Central estadounidense en Doha.
Los soldados norteamericanos apostados en el punto de control cerca de la céntrica ciudad iraquí -y nerviosos tras el ataque suicida del pasado fin de semana contra otro puesto, que costó la vida a cuatro de sus compañeros- dispararon en la tarde del lunes contra un minibús que se les acercaba sin aminorar la marcha.
Al menos siete mujeres y niños -diez según el rotativo- murieron en el suceso. Un portavoz militar estadounidense aseguró que los soldados habían efectuado disparos de advertencia y que sólo después de constatar que el vehículo no aminoraba la velocidad se disparó una salva con un cañón de 25 milímetros. Mientras que el portavoz del Comando Central en Doha, el general Vincent Brooks, afirmó que los efectivos "actuaron de manera absolutamente correcta" porque creyeron que se trataba de otro ataque suicida (ver aparte).
Cinco niños entre las víctimas fatales
Sin embargo, un reportero de The Washington Post que acompaña a las tropas aliadas proporcionó una versión muy distinta. Según el periodista, fueron diez y no siete las víctimas mortales, entre ellas cinco niños. Además, un undécimo civil resultó herido grave y apenas tiene posibilidades de sobrevivir.
El informador aseguró que los soldados cometieron un error: no efectuaron a tiempo los disparos de advertencia. "¡Maldición, han matado a una familia porque no han hecho disparos de advertencia lo suficientemente rápido!", cita el diario al capitán Ronny Johnson. Al parecer, había ordenado varias veces a su tropa que disparara contra el radiador del autobús. "¡No pierdan más tiempo!", gritó cuando vio que sus soldados seguían sin disparar.
Cuando volvió a dar la orden de detener el vehículo, un tanque Bradley disparó con su cañón una salva contra el minibús. Johnson ordenó detener el fuego, pero ya era demasiado tarde, explica el periodista. "Es lo más horrible que he visto nunca y espero no volver a verlo jamás", dijo el suboficial Mario Manzano, presente en la acción.
Funcionarios de defensa estadounidenses calificaron el incidente de trágico y dijeron que estaba siendo investigado. Sin embargo, insistieron en que su versión inicial de los hechos -de que se realizaron disparos de advertencia- era correcta.
"Estoy seguro de que estos soldados estaban haciendo un buen trabajo -dijo un funcionario-. Es muy trágico, pero actuaron de forma apropiada". (DPA)