Año CXXXVI
 Nº 49.800
Rosario,
miércoles  02 de
abril de 2003
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La iniciativa ya provocó diferencias con el canciller Carlos Ruckauf
El gobierno ahora no votaría contra Cuba en Naciones Unidas
Si se confirma la versión, Duhalde rompería el alineamiento directo de la Argentina con EEUU

El gobierno argentino se abstendría este año de votar una resolución en contra de Cuba en la reunión de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (Cidh) de las Naciones Unidas, que tendrá lugar en los próximos días en Ginebra. El presidente Eduardo Duhalde decidiría, de esta forma, modificar la postura adoptada en la reunión del año pasado, cuando apoyó la resolución de condena a la administración de Fidel Castro, según se encargaron de resaltar fuentes gubernamentales.
"Mañana (por hoy) voy a tener copia del proyecto que se presentó en la comisión de Derechos Humanos y antes del fin de semana tendrán la respuesta", indicó Duhalde ayer en una sorpresiva conferencia de prensa brindada en la Casa Rosada. Duhalde dijo que no creía que Estados Unidos pueda aplicar represalias contra la Argentina en caso de abstenerse en la votación.
El año pasado, el gobierno apoyó el proyecto presentado por Uruguay bajo el auspicio de Estados Unidos donde se "invitó" al gobierno de Castro a respetar los derechos humanos en la isla, en una votación que culminó con 23 países a favor -entre ellos la Argentina-, 21 en contra y 9 abstenciones.
En el 2001, el entonces presidente Fernando de la Rúa también había votado a favor de una condena a Cuba, lo que generó la irritación del líder caribeño, quien acusó al gobierno aliancista de "lamebotas" de Estados Unidos.
En esa oportunidad votaron en contra 20 países, entre ellos China, India y Rusia, y además, hubo 10 abstenciones, entre las que se destacaron algunos países latinoamericanos: Brasil, México, Perú, Ecuador y Colombia.
Ahora, la idea de Duhalde es sumarse a la postura abstencionista que expondrá el gobierno brasileño de Luiz Inacio Lula Da Silva y presentarla como "una posición conjunta del Mercosur", de acuerdo a lo relatado por los voceros consultados.

División interna
La posibilidad de revisar el voto condenatorio a la política de derechos humanos en Cuba, que la Argentina viene manteniendo en los últimos años desde la gestión menemista, abrió aguas dentro del gabinete nacional y no contaría con el visto bueno del canciller Carlos Ruckauf.
Al respecto, fuentes del Palacio San Martín señalaron que "de ninguna manera el canciller Ruckauf tiene alguna discrepancia porque es algo que todavía se está analizando, y lo que determine el presidente Duhalde será respetado".
"La decisión la toma el presidente de la Nación", se limitó a contestar, por su parte, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, al ser consultado sobre las supuestas disidencias en el seno gubernamental.
Voceros oficiales reconocieron que la postura abstencionista que adoptaría la Argentina en la próxima reunión de la Cidh en Ginebra será vista como "un mensaje hostil" por parte de Estados Unidos luego de que el país tampoco respaldara la guerra en Irak.
De cualquier forma, en la Casa Rosada restan trascendencia a las eventuales sanciones que podría adoptar el gobierno norteamericano sobre las exportaciones argentinas.
"El mundo está viviendo una conmoción muy fuerte y puede haber dificultades económicas por todos lados y no detenerse en las exportaciones argentinas", evaluaron las fuentes.
De los doce años en que se ha presentado una resolución condenatoria contra Cuba, únicamente en 1998 el país caribeño escapó a la condena, luego de que una propuesta patrocinada por Estados Unidos consiguiese sólo 16 votos a favor frente a 19 en contra.



Ilustración: Héctor Beas.
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