Año CXXXVI
 Nº 49.800
Rosario,
miércoles  02 de
abril de 2003
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Hay 200 desaparecidos por un alud en Bolivia
Un pueblo de buscadores de oro quedó sepultado al deslizarse un cerro. Hallaron a 15 personas muertas

Un deslizamiento de tierra habría dejado entre 200 y 300 muertos y al menos 200 desaparecidos en el poblado minero de Chima, un tercio del cual quedó sepultado en unos valles tropicales al norte de La Paz, según estimaciones de pobladores citados por las autoridades ayer. El prefecto (gobernador) de La Paz, Mateo Laura, no pudo precisar el número de víctimas, pero de acuerdo con los informes que recibió de los pobladores, se estima que la tragedia segó la vida de entre 200 y 300 personas.
El siniestro tuvo lugar la mañana del lunes pasado, cuando la colina Ancojalla, socavada en el talud por explosiones de dinamita a principios de marzo por una cooperativa minera y también desde hace mucho tiempo por el trabajo hormiga de rescatadores de oro, se deslizó arrasando el poblado habitado mayoritariamente por migrantes aymaras pobres.
El Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Bolivia rescató ayer quince cadáveres de entre el lodo que sepultó a más de 700 viviendas, y estimó que hay por lo menos 200 personas desaparecidas. "La última información que tenemos es que son 130 familias afectadas, 200 desaparecidas y 15 personas fallecidas en Chima, es decir cadáveres que se han recuperado", afirmó la directora del Sedes en La Paz, Beatríz Peinado.
Entre los muertos hay cuatro niños que asistían a la Unidad de Educación 16 de Julio, de Chima, quienes quedaron enterrados en el lodo tras el desmoronamiento de parte del cerro Pucaloma. Esta formación montañosa sufrió anteayer dos deslizamientos, el primero a las 9 y el segundo, que fue más grave, a las 10.30, en ambos casos en horario local.
El alud dejó sin agua, energía eléctrica y comunicación a la esa población, ubicada a 190 kilómetros al norte de La Paz, y "aún hay peligro que el resto del cerro se deslice, por lo que es difícil la búsqueda de cuerpos entre el lodo, las piedras y los escombros", dijo Peinado.
El ministro de Defensa, Freddy Teodovich, afirmó antes de partir al lugar del siniestro que "el mal estado de algunos tramos camineros y un temporal que azota la zona demora la llegada de ayuda a Chima".
La información sobre el número de personas desaparecidas y la cantidad de viviendas que quedaron bajo el lodo era confusa aún ayer.
Mientras la Prefectura del departamento de La Paz informó que al menos unas 400 viviendas precarias fueron enterradas y que hay unas 700 personas desaparecidas, el Ministerio de Defensa sostuvo que son cerca de 120 los desaparecidos y que hay unas 100 viviendas sepultadas.
Los periodistas también tienen problemas para informar desde Chima, ya que deben trasladarse hasta el municipio de Tipuani, a siete kilómetros del lugar del siniestro, para comunicarse con La Paz, lo que les insume unos 20 minutos de viaje.

Un pueblo arrasado
El lunes último, la colina Ancojalla, socavada en el talud por explosiones de dinamita a principios de marzo por una cooperativa minera y también desde hace mucho tiempo por el trabajo hormiga de rescatadores de oro, se deslizó arrasando el poblado habitado mayoritariamente por migrantes aymaras pobres.\El panorama en Chima es desolador, donde el alud que se precipitó desde una colina de unos 300 metros de altura no dio tiempo a que los buscadores de oro, muchos de ellos niños, puedan escapar a su furia.\Las tierras embebidas se desplazaron de norte a este y enterraron un tramo de unos 200 metros de la plataforma del río Tipuani, cuyo caudal sufrió alteraciones extraordinarias por unos minutos, relatan los sobrevivientes de la mayor tragedia en esa zona aurífera.\El impresionante derrumbe se llevó por delante decenas de equipos de maquinaria pesada y de automóviles de dos cooperativas explotadoras del mineral y recorrió al menos a unas 200 viviendas, que quedaron apiladas sobre el playón del río.\Recién ayer a la tarde tan sólo un camión de la unidad de bomberos había conseguido llegar al lugar, después de sortear pequeños derrumbes en los caminos de 3 metros de ancho y casi intransitables por las precipitaciones de las últimas horas. (Télam y AFP)


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