Según el abogado Luis Valenga, la presentación de la familia Quintana contra el comisario Ferrari fue ratificada por "más de media docena de testigos, que configuran los hechos como fueron denunciados". Sin embargo, la actuación del fiscal Hugo Vanni resulta dudosa para la defensa. "No hubo una actitud independiente de su parte, salvo una medida que parece funcional a la defensa de Ferrari: un pedido de informes de la estadística de delitos durante noviembre de 2002 en la seccional 3ª de San Nicolás, donde ocurrieron los hechos". Además, "nosotros asumimos la carga pública de hacer comparecer a los testigos, pero el fiscal los mandaba citar con la policía, en infracción a una resolución de la Procuración General de la Suprema Corte bonaerense". Tras la denuncia, "mientras estuvo Ferrari hubo un hostigamiento constante hacia la familia Quintana, que es de nuevos pobres: gente que llegó a tener una rotisería y hoy vive de planes trabajar y de cartonear". En particular, "eran hostigados durante la noche, cuando salían a cirujear y eran seguidos en forma amenazante por patrulleros".El comisario Ferrari podría ser acusado por violación de domicilio calificada, privación ilegítima de la libertad, apremios ilegales y lesiones.
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