Damasco. - La guerra de palabras que mantienen desde hace días sirios y norteamericanos se agudizó ayer, con la afirmación del jefe de la diplomacia siria de que las fuerzas norteamericano-británicas serán derrotadas en Irak y la decisión de Damasco de apoyar al pueblo iraquí.
"Siria está interesada en que los invasores sean derrotados en Irak. El gobierno de Estados Unidos ha llevado al pueblo norteamericano a la catástrofe al enfrentarlo contra toda la comunidad internacional", declaró el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Faruk al Shará, citado por el diario oficial Al Baas. El ministro sirio, que hizo esa declaración ante el Parlamento de su país, no dudó en calificar a la guerra librada contra Irak de "ocupación extranjera de un país árabe".
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, había exigido el domingo por la noche a Siria que se abstuviera de apoyar a Irak. La respuesta no se hizo esperar.
"Siria eligió ponerse de parte del hermano pueblo iraquí, que hace frente a una invasión ilegal e injustificada y contra el que se cometen todo tipo de crímenes contra la humanidad", afirmó un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores sirio.
"Siria eligió estar del lado de la legalidad internacional y del consenso internacional que dice «no» a la agresión contra Irak", aseguró el portavoz. "Siria puede seguir apoyando directamente a los grupos terroristas y al régimen agonizante de Saddam Hussein, o puede implicarse en una vía diferente y más esperanzadora", había indicado el secretario de Estado norteamericano.
Desde la década de 1980, Siria figura en la lista de "países que apoyan el terrorismo" elaborada por el Departamento de Estado norteamericano.
Pero Damasco reitera que alberga "sólo oficinas de prensa" de organizaciones palestinas radicales que llaman a la resistencia frente a la ocupación israelí de los territorios palestinos.
Fuego cruzado
Sirios y norteamericanos ya se habían enfrentado verbalmente la semana pasada, cuando el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, había acusado a Damasco de "dejar transitar material militar" a través de su frontera abierta con Irak. "Eso es un acto hostil", había declarado Rumsfeld.
Un portavoz oficial sirio había denunciado de inmediato dichas acusaciones de "intento de encubrir los desmanes cometidos por las tropas (norteamericanas) contra civiles iraquíes".
Anteayer, en un hecho sin precedentes, el mufti de Siria, el más alto dignatario religioso musulmán del país, había llamado a los musulmanes a lanzar "operaciones mártires" atentados suicidas contra los "invasores" norteamericanos en Irak.
Siria, que es miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU desde enero de 2002, forma parte de los países totalmente opuestos a la ofensiva norteamericana pero no figura entre los países que, según el presidente norteamericano George W. Bush, integran el "eje del mal" (Irak, Irán y Corea del Norte). (AFP)
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