José M. Petunchi / La Capital
Newell's y el Bambino Veira no ganan para disgustos. Encima que la mano venía complicada, ayer se confirmó que Leonardo Ponzio estará fuera del equipo entre 6 y 7 semanas debido a una fisura del tercer metatarso del pie izquierdo, lesión que se agravó el último sábado en el primer tiempo ante Nueva Chicago, aunque venía arrastrando una molestia desde del clásico ante Central, sólo que la lesión no se evidenció en el estudio que le realizaron. Incluso jugó el segundo tiempo inflitrado pese a que, según el médico, sabían que podía tener una lesión ósea. Esto, al margen de que Ignacio Astore diga que no corría ningún riesgo y sin invadir el terreno profesional, deja la sensación, al haber jugado todo un tiempo lesionado, de que la lesión se le podría haber agravado.
La lesión se produjo casi a los 20 minutos del primer tiempo cuando Leo intentó girar después de haber trabado fuerte una pelota en el medio. "Giré y sentí un crac", dijo Leo en diálogo con Ovacion en Bella Vista. Y jugó todo el segundo tiempo con esa lesión en el pie izquierdo.
"Estaba bien, había mejorado mucho, no tenía molestia, pero de pronto sentí esa dolencia", admitió Ponzio en la lluviosa y fría tardecita de Bella Vista, con una mezcla de bronca y resignación luego de recibir la confirmación de que tendrá que tener una bota de yeso durante 3 o 4 semanas.
Al respecto Ignacio Astore, médico del plantel, señaló que "sintió una molestia en el dorso del pie izquierdo, tuvo que ser infiltrado en el entretiempo sabiendo que podía tener una lesión ósea, se le realizó un estudio radiográfico y se evidenció una lesión en el tercer metatarsiano, que es uno de los huesos del pie".
Y enseguida agregó: "Se requiere tratamiento ortopédico, lamentablemente con una bota corta de yeso por el término de tres semanas, es una lesión ósea sin desplazamiento, por lo que tiene que andar muy bien con este tipo de tratamiento".
Respecto de los tiempos de recuperación, Astore estimó que "estarán entre las 6 y 7 semanas", aunque todo depende "de cuándo se haga el callo, pero generalmente nunca se observa antes de las 3 ó 4 semanas. A partir de allí va a depender de la consolidación del trazo de fractura y, como es un jugador que no pierde condición física, creo que va a estar antes de las 8 semanas".
-Teniendo en cuenta que sabía que tenía una lesión ósea en el entretiempo, ¿no fue un riesgo haberlo inflitrado y que siguiera jugando?
-No, porque la fractura no tuvo ningún tipo de desplazamiento, fue un jugador que se necesitó en el momento indicado, y ahora hay que pararlo y hacerle un yeso. Nosotros nunca ponemos a un jugador que corra algún riesgo. Esto es una lesión muy pequeña, que una vez que se evidencia radiográficamente hay que pararlo nada más. Pero el jugador podría ser infiltrado para jugar, de todos modos no podría entrenar con normalidad por el dolor que le ocasiona, entonces ahí sí sería deshonesto tener que infiltrarlo para entrenar y para jugar.
-¿Esta es la misma molestia que tuvo en el clásico?
-En el clásico sufrió un traumatismo directo en esa zona, pero los estudios no habían arrojado ningún tipo de lesión, tal es así que había entrenado en la semana y el jueves hizo fútbol. De hecho entró a jugar sin molestias y no debió ser infiltrado.
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La Ciudad
