1.- Inédito es bautizar una conexión vial como puente, aún inclusive, antes de su inauguración real y concreta (aunque existieron ya cinco inauguraciones simbólicas).
2.- Inédito el desacierto de su implantación territorial, sin llegar siquiera a tener escala metropolitana. Insustentable y de dudosa tecnología apropiada.
3.- Inédito, inclusive, que tan modesto vínculo territorial, no halla previsto traza ferroviaria, contrariando elementales recomendaciones de técnicas de transportación.
4.- Inédita por la "sencillez técnica de la obra", tal como la caracteriza el Centro de Ingenieros de Rosario; y que, sin embargo la caratulemos como la obra más ambiciosa de Latinoamérica.
5.- Inédito que, ante pagos efectuados por el Estado, por prácticamente la totalidad de la obra hasta la fecha, la empresa contratista posea deudas por 30 millones de dólares con sentencia firme en tribunales internacionales.
6.- Inédito, que ante incumplimientos del contrato por parte de la contratista, el Estado no halla rescindido la obligación y hecho efectiva las garantías, que superan inclusive el monto de faltante de la obra.
7.- Inédito, porque generalmente, en todas las renegociaciones con las empresas que ha venido realizando el Estado, el principal -no necesariamente correcto- argumento fue el incumplimiento de éste. En el caso particularizado de la conexión vial Rosario-Victoria, ha sido con recursos mayoritariamente estatales, lo ejecutado en el emprendimiento. Por el contrario, el incumplimiento contractual ha sido sistemáticamente realizado por la empresa contratista.
8.- Inédito que las renegociaciones parciales le posibiliten salir de mora a la empresa, y continuar lo que en definitiva ha resultado; un contrato de locación con pagos parciales, previa certificación, por trabajos ejecutados.
9.- Inédito que en una obra ejecutada con recursos públicos -luego de la experiencia de la pasada década-, la población abone posteriormente peaje y/o quede al amparo de semejante sistema en el sector privado. Actualmente el Estado subsidia en 1,3 millones diarios el sistema. El Defensor del Pueblo de la Nación lo ha calificado como un "festival de subsidios... justo en el momento de mayor insolvencia del Estado.." (Clarín 01.07.02). Recordemos que en aquellas lejanas licitaciones, el Estado debía recibir importantes cánones, que posteriores renegociaciones dejaron en el camino... Quedar allí atrapados, no nos parece socialmente muy alentador.
10.- Inédito: de acuerdo a las últimas informaciones periodísticas, (las negociaciones no se distinguen precisamente por total su transparencia) el Estado "adelantaría" más de diez millones sin haberse efectuado obras respaldatorias; ... e inclusive sería acreditada en cuenta de socios de la UTE para "eludir" la justicia por demanda internacional de una subcontratista. Un Estado autónomo ,que priorice la defensa colectiva y los recursos públicos; realizaría semejante operación?
En soledad, los ingenieros de Rosario, pronostican "una hipoteca de nuestro futuro con una concesión calamitosa, como las muchas que hemos debido soportar con la excusa de soluciones rápidas..". La polémica continúa: seguimos subsidiando a quienes no aportan capital (a pesar de compromisos asumidos) ni riesgo empresario; y con ello declinamos nuevamente, el uso de uno de los instrumentos principales de la política social urbana, como es la posibilidad de incidir en los ingresos ciudadanos mediante tarifas diferenciales o subsidiadas, en servicios públicos relevantes.
Estamos a tiempo de tomar decisiones firmes y soberanas en la administración de bienes costeados con recursos públicos y en beneficio del bien común. Una obra pública debe responder claramente a la utilidad social, antes que al provecho exclusivamente privado. Una obra financiada casi totalmente con recursos de la sociedad , no puede ni debe "generosamente" concesionarse por 25 años. Ni por un segundo.
El Estado ha decidido depositar fondos en la cuenta de la UTE (La Capital 20.3.03) declarando el subsecretario de Obras Públicas de la Nación que se debe "..terminar la obra antes que nada y después que los abogados sigan analizando si la concesionaria cumplió o no el contrato.." y afirmó inclusive: "...no terminar el puente era un perjuicio directo contra el patrimonio nacional..".
Algunas aclaraciones
El patrimonio nacional se defiende no permitiendo que la empresa presione permanentemente en perjuicio de los argentinos. Si la empresa está en mora por no haber realizado las inversiones comprometidas, deben ejecutarse las garantías; caso contrario y como situación límite, renegociarse de manera integral, inclusive la tarifa de peaje, que deberían ser irrelevantes ya que prácticamente el Estado hizo el mayor aporte económico e inclusive "anticipos" de obligaciones de la empresa.
Qué reclamo podrán realizar los abogados en defensa del "patrimonio nacional", si es el mismo Estado que le posibilitó salir de la mora. Como modo de comenzar a superar debilidades congénitas, el Estado debe implementar el uso de sus propios pantalones largos. En vez de lagrimógenas declaraciones "...que las demoras fueron culpa de la empresa..." el subsecretario Quirós debería hacer cumplir el contrato y en caso contrario ejecutar las garantías. Eso es defender el patrimonio nacional.
Los problemas legales, técnicos, financieros, e inclusive personales de los integrantes de la Empresa Constructora no son problemas de Estado. Si la compañía "saltó" un obstáculo y/o terminó de "aceitar" la cuestión, como nos informa La Capital, no es un problema de Estado. Por lo menos no del Estado que necesita la sociedad argentina y debemos reconstruir.
\(*) Arquitecto, ex presidente del Colegio de Arquitectos de Rosario.