Con la misma receta que cocinó a Boca Juniors en la segunda fecha, Unión le ganó a Racing Club por 2 a 0 en el estadio de Lanús con sendos goles de Islas y lo dejó sin invicto oficial en el 2003. La receta del equipo de Néstor Craviotto fue una defensa casi impenetrable, orden táctico y un contragolpe letal con Pablo Islas, que le permitió sumar para conseguir escaparle al descenso. Racing tomó la iniciativa desde el comienzo, pero destinó demasiados jugadores a su propia protección, los cuatro defensores y dos de los mediocampistas, Juan Manuel Torres y Adrián Bastía. El conjunto de Ardiles sintió también las ausencias del colombiano Bedoya, contracturado, y del chileno Mirosevic, afectado al seleccionado de su país. De mitad de cancha hacia adelante Mariano González rindió por debajo de su nivel y Sixto Peralta fue insuficiente para abastecer a los delanteros Diego Milito y Luis Rueda. La formación de Avellaneda lateralizó su juego excesivamente y tuvo una decena de llegadas, pero la gran mayoría de las veces se vio obligado a terminar sus intentos con remates desde media distancia. La chance más clara para los anfitriones en esa etapa la tuvo Milito, quien quedó cara a cara con Jorge Manduca, pero el furibundo remate pegó en el travesaño. Unión supo esperar su oportunidad y cuando Orozco buscó a Amarilla en lugar de tirar la pelota hacia adelante nació la desigualdad en el marcador. El paraguayo se trastabilló, Cristián Ríos se llevó el balón, Gustavo Campagnuolo alcanzó a manoteárselo, pero el mediocampista se recuperó y mandó el centro que recogió Islas para convertir. Una vez arriba en el tanteador, Unión sí pasó a complicar a un fondo albiceleste que se mostró insolvente. Racing fue hijo de la desesperación en la segunda etapa y tuvo un retroceso notable en su funcionamiento. Vulnerable en la retaguardia, impreciso y sin poder de quite en el medio e inofensivo en el ataque. Unión terminó de darle forma a su triunfo con una réplica perfecta. Islas dejó como petrificados a Amarilla y Orozco y definió hacia el poste que tenía más próximo, pero lo hizo con una potencia que dejó a Campagnuolo sin alternativas. Los santafesinos dispusieron de ocasiones como para incrementar el festejo, pero les faltó redondear mejor el contragolpe. A Racing le faltó de todo. (DyN)
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