Año CXXXVI
 Nº 49.798
Rosario,
lunes  31 de
marzo de 2003
Min 17º
Máx 23º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Desde el Concejo quieren convertir algún inquilinato en un centro cultural
Buscan rescatar los viejos conventillos que subsisten en el ex barrio Refinería

El antiguo barrio Refinería todavía tiene historias para contar. Al menos, esto es lo que considera el presidente del Concejo Municipal, Rafael Ielpi, quien ingresó un proyecto para que se restaure alguno de los numerosos conventillos que, sobre principios del siglo pasado, poblaron las calles limitadas por el río, Alberdi y las vías del ferrocarril. Como testigo de su época, el edificio que se elija se convertiría en un centro cultural dispuesto a preservar las memorias de esta zona que, en 1895, albergó 29 inquilinatos, de los cuales hoy sobreviven unos pocos.
"El antiguo barrio Refinería resguarda aún testimonios arquitectónicos de su pasado de intensa actividad industrial (como el edificio de la primitiva Refinería Argentina de Azúcar, construido a fines del siglo XIX), así como de su concentración demográfica patentizada en viviendas peculiares, conventillos o casas de inquilinato, que le otorgan todavía una fisonomía distintiva respecto a otros barrios de la ciudad", consideró Ielpi.
Por esto, el rescate de estas construcciones permitiría no sólo preservar el patrimonio histórico, urbanístico y arquitectónico de la ciudad, sino ofrecer nuevos atractivos turísticos y culturales, tal cual sucede actualmente en Pichincha.

A punto de desaparecer
De acuerdo a la investigación de Eduardo Piccolo y Salvador Terrazzino "¿Remember Refinería?", por 1895 existieron en el barrio 29 conventillos que sumaban, en total, 449 piezas en las cuales convivían 1.716 personas. El más grande de estos inquilinatos fue "El Atrevido" (ubicado en Thedy e Iriondo). Otros no menos famosos fueron "El Rápido" (Gorriti al 200) y el de José Jamal (Gorriti e Iriondo). De ellos, hoy sobreviven pocos. "El progreso los ha matado", sentenció ayer Salvador Terrazzino mientras caminaba el barrio.
No obstante, por Gorriti al 200 sobreviven algunas de estas antiguas pensiones, convertidas en departamentos de pasillo y sin ningún mantenimiento.
También se mantienen en pie el edificio que sirvió de vivienda al gerente de Refinería (Rawson y Gorriti), el que fuera el Café y Bar Victoria (1903) en Vélez Sarsfield e Iriondo, y algunos inquilinatos y viejos almacenes del pasaje Arenales.
Justamente, el proyecto de Ielpi busca salir al rescate de estas construcciones. Así, la iniciativa indica que se realice un registro de las construcciones que todavía existen en el casco antiguo del barrio. Y, al mismo tiempo, que se recicle y se restaure alguna de las casas de inquilinato que allí existieron.
Para esto, Ielpi considera que los fondos necesarios para la eventual adquisición o expropiación del edificio pueden ser los correspondientes al Fondo de Preservación, creado por el Concejo. "Pese a la escasa atención que la Municipalidad le prestara, este instrumento puede ser útil para obtener recursos que permitan expropiaciones y reciclajes", advirtió Ielpi.
Una vez restauradas, estas construcciones podrían tener otro uso, completamente distinto al que les dio origen. Según estipula el proyecto, los inquilinatos podrían servir para instalar allí "un centro o registro cultural dedicado a la zona que, sin características de museo, pueda convertirse sin embargo en reservorio de la memoria barrial o zonal, tanto como en ámbito de actividades de tipo cultural".



Pocos conventillos siguen en pie, como el de Gorriti al 200. (Foto: Silvina Salinas)
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados