Boca Juniors, con su mejor producción en lo que va del torneo, logró un triunfo merecido y brillante sobre Gimnasia en La Plata por 2 a 0, con el que conservó la exclusividad de la punta del Clausura al cabo de siete fechas. La estructura defensiva que diseñó Carlos Ramacciotti (incluyó a Roberto Sosa como único delantero) no bastó para contener a un Boca que fue ampliamente superior y debió conseguir la ventaja en el primer tiempo. Gimnasia, salvo a los 2 minutos cuando Germán Castillo dilapidó su mejor chance de gol, apenas si se acercó hasta el arco de Abbondanzieri y sólo se limitó a lanzar centros sistemáticos para las virtudes aéreas de Sosa. Boca, en cambio, tuvo un circuito futbolístico rico en variantes y una frondosa producción de acciones de riesgo que transformaron a Olave en figura. Pese a perder a Ezequiel González por lesión, el equipo de Bianchi fue prolijo en el manejo de la pelota y profundo, especialmente por la derecha de su ataque. Por ese sector Ibarra, el movedizo Estévez y Donnet fueron una constante complicación para una defensa rival que no lograba cerrar los espacios con eficiencia. Boca, en el primer tiempo, tuvo 6 situaciones de peligro, entre ellas una muy clara que desperdició Tevez -le pegó con la rodilla- y un penal de Goux sobre Estévez que el árbitro ignoró. Finalmente debió esperar hasta el complemento para lograr la merecida ventaja cuando Giménez cobró una falta de Castillo al ex delantero de San Lorenzo, quien fue imparable. Ibarra venció a Olave y señaló el 1-0. Ni siquiera la desventaja provocó la reacción de Gimnasia para cambiar un patrón de juego repetitivo y falto de sorpresa en su intento de vulnerar al moderno equipo de Bianchi, que colocaba a sus jugadores en posiciones defensivas y ofensivas con notable rapidez. Por ese motivo, la victoria visitante jamás estuvo en riesgo y resultaba exigua de acuerdo al funcionamiento de ambos equipos. Pero Tevez, a los 32 minutos, se encargó de acercar el marcador a la lógica al convertir el segundo gol después de una gran maniobra personal. A partir de ese instante, el resto del partido sirvió para el lucimiento colectivo del puntero del campeonato, que esta vez le sumó buen fútbol a su habitual autoridad para ganar puntos decisivos en reductos complicados, de esos que marcan bisagras en la carrera por el título. (Télam)
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