Perseverante para mantener la calma cuando los huecos no aparecían y cada vez más afianzado como expresión colectiva, River Plate le ganó ayer por 3 a 1 al humilde y combativo Arsenal, que le planteó seria oposición solamente en el primer tiempo y después se vio superado por el mejor juego de su rival.
Los goles que le dieron a River su quinta victoria consecutiva en el torneo Clausura fueron señalados por Fernando Cavenaghi, en dos ocasiones, y por Andrés D'Alessandro, de penal, mientras que Silvio González descontó por la misma vía.
Arsenal, que jugó en el Monumental ante River por primera vez en su historia, fue un problema para los millonarios sólo en el primer tiempo, cuando se plantó con dos férreas líneas de cuatro que le complicaron las cosas al conjunto local.
Replegado para salir de contragolpe, el conjunto de Sarandí se movió con inteligencia y le cerró los caminos a los intentos de D'Alessandro, Coudet y del incisivo Darío Husaín. River dispuso de tres llegadas claras en la primera mitad, dos en los pies de D'Alessandro y la restante en los de Cavenaghi.
Tras la reanudación, River avisó a los dos minutos, con un cabezazo de Horacio Ameli que impactó en el ángulo superior izquierdo. Un par de minutos más tarde, River armó la mejor jugada colectiva de la tarde y encontró la apertura por la que tanto insistió: Luis González dejó dos rivales en el camino, le metió un pase bárbaro a Coudet y el Chacho mandó el centro para la entrada goleadora de Cavenaghi.
A partir de ese momento, el partido varió por completo. Arsenal debió adelantarse unos metros y River encontró ciertas facilidades para imponer el desequilibrio de sus atacantes. Apareció la justeza que no pudo encontrar antes y entonces la victoria comenzó a tomar forma cada vez con mayor nitidez.
Sobre los 14, River pergeñó otra estupenda maniobra que no terminó en gol por muy poco. Cavenaghi abrió a la derecha para Coudet, quien le puso un gran a centro a Darío Husaín, cuyo remate se fue increíblemente por arriba del travesaño.
Pero seis minutos más tarde, el Turquito se redimió con una perfecta asistencia a Cavenaghi, quien definió con una sutileza al ángulo izquierdo para el 2-0.
Ya sobre los 31, Víctor Molina derribó a Ariel Garcé dentro del área y D'Alessandro trocó el penal por gol para que la multitud que acompañó a River se siguiera regodeando.
El descuento de Arsenal también llegó desde los doce pasos, a los 43 minutos el Pulpo González convirtió el penal con un tiro fuerte y bajo, contra el palo derecho.
River lo ganó con claridad y se afirma cada vez más como equipo. Si mantiene este nivel, su chapa de candidato tendrá el brillo que estuvo ausente en las primeras fechas del campeonato. (DyN)
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La Ciudad
