Año CXXXVI
 Nº 49.798
Rosario,
lunes  31 de
marzo de 2003
Min 17º
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Aventuras al piano de un tal Ernesto Jodos
El músico de jazz porteño deslumbró en Rosario a partir de un estilo riesgoso y sin concesiones

José L. Cavazza / La Capital

Con la presentación de Ernesto Jodos se inició en el auditorio del Parque de España la temporada 2003 de los recitales de pianistas argentinos, buscando reeditar los encuentros del año pasado, donde se presentaron figuras como Adrián Iaies, Manolo Juárez, Gerardo Gandini y Héctor Larrumbe, entre otros.
Al riesgo que de por sí sobrelleva un recital a solo piano, Ernesto Jodos le agrega el riesgo propio de su planteo estético que desprecia la complacencia. Líneas sólo insinuadas, frases e improvisaciones angulosas y aparentemente espontáneas, y una fuerte e íntima ligazón entre los temas que buscan desarrollar un recital con una unidad homogénea, son algunas de las características de este pianista de jazz porteño. Su actuación a solas es una especie de extensión de lo que ha venido haciendo al frente de sus distintas agrupaciones, ya sea en formato de trío (Cambio de Celda), quinteto o sexteto: un estilo pianístico virtuoso al servicio de la composición. Tal vez éste sea el punto exacto heredado de Thelonious Monk.
Como los pianistas del free jazz -desde Cecil Taylor hasta Paul y Carla Bley-, Jodos descarna standars de la historia del jazz norteamericano, desintegra esas tonadas, las convierte en abstracciones propias y las trasplanta a un nuevo mundo musical opuesto al que en su origen representaban. El mejor ejemplo de la noche, fue lo que Jodos hizo con el clásico "Alone Together".
Con Jodos en acción no hay caso, hay que parar la oreja y obviar las viejas estructuras de melodía-improvisación-melodía. No hay jazz tradicional aunque también le escapa al jazz fusión. Mientras la mano izquierda crea una base bop o balada jazzera (a veces percutiva y densa al estilo Keith Jarrett) la derecha inventa inesperadas melodías, un cromatismo al estilo de una pintura al fresco, a veces con gran swing y otras con líneas sumamente laxas.
Sea como fuere, tocar jazz al piano se va volviendo algo cada vez más personalizado. A la fluidez de Adrián Iaies, con sus tangos-jazz, Jodos responde con fraseos intrincados, bajo un concepto que fluctúa entre lo camarístico y su capacidad de aventura a partir de una relectura del free jazz. Ambos músicos son de los más destacados de la nueva camada de pianistas de jazz porteños. En suma, el jazz actual no es otra cosa que un motor que relee constantemente la mismísima historia del jazz.
Así Jodos, llevó a su mundo privado algunas composiciones del genial y tortuoso pianista Bud Powell; trasladó las dilatadas frases de Thelonious Monk a un tempo vigoroso; mantuvo el swing de un tema de Duke Ellington aunque bordeó la melodía bajo un fraseo que no hizo más que descubrir su paladar rioplatense, y hasta se animó con el "Pent-Up House" del saxofonista tenor Sonny Rollins. También interpretó un puñado de obras propias y la cuestión no varió demasiado, porque la homogeneidad que cubrió el recital impidió cortes abruptos entre tema y tema. Es cierto también, que en algunas composiciones quedó flotando la sensación de falta de desarrollo, que Jodos irrumpió delicadamente para dar paso a la siguiente aventura.



Tocó en el parque España standars y temas propios. (Foto: Hugo Ferreyra)
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