Londres. - Los iraquíes exiliados en Europa y Estados Unidos comenzaron a planificar un largamente esperado retorno a su tierra natal, la mayoría para ayudar a su reconstrucción y algunos para tomar unas vacaciones diferentes. La mayoría confía en que el presidente Saddam Hussein será derrocado por las fuerzas británicas y estadounidenses, y dicen que esto les ayuda a manejar el miedo por sus amigos y la familia que están en Irak.
"Yo tengo esperanza de que por primera vez haya un futuro en Irak sin opresión", comentó Yasser Alaskary, un iraquí de 22 años que estudia medicina en Londres. "Muchos de nosotros vemos esto como un deber de regresar y reconstruir Irak. Yo estoy contando los días que faltan", dijo.
Otros, sin embargo, lo único que sienten es odio por sus "libertadores" occidentales. "Toda la gente iraquí odia Estados Unidos", dijo Hassan, propietario de una tienda de kebab -trozos de carne asados- en Madrid. "Desearía estar en Bagdad ahora. Tomaría una pistola y enfrentaría a los americanos", agregó Hassan, quien sólo accedió a revelar su primer nombre.
Pero muchos exiliados, la mayoría fuertes opositores al gobierno de Hussein, dijeron que el sufrimiento que los iraquíes padecieron duró más de los 20 años de su gestión. "No quiero que mi pueblo sea lastimado o asesinado, pero la gente sufrió y murió durante años", expresó una farmacéutica iraquí de 46 años, que vive en Madrid y que sólo accedió a revelar las iniciales de su nombre, H.D., por temor a represalias.
El mismo sentimiento florece fuertemente entre muchos kurdos exiliados, incluyendo a Ahmad Berwari, quien combatió contra los iraquíes antes de llegar a Berlín en la década de 1980. "Siempre es muy doloroso ver la destrucción de la guerra, pero no olvidemos que ese régimen mató 5.000 personas civiles en las calles", dijo, en referencia al ataque con gas que Irak lanzó al pueblo kurdo de Halabja en 1988.
Se estima que más de tres cuartas partes de los 100.000 iraquíes que se calcula viven en Alemania, son kurdos. "Las pérdidas valen la pena por la liberación", agregó Berwari.
Odio a Estados Unidos
Sin embargo, la "liberación", no es universalmente bienvenida entre los exiliados. Olish Yako, quien estima que unos 5.000 iraquíes como él viven en Francia, condenó los bombardeos y dijo que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, "quiere hacer democracia, pero está masacrando a sus hermanos iraquíes".
Otros iraquíes entrevistados dijeron que nunca regresarían a su tierra natal si está liderada por un gobierno respaldado por Estados Unidos. Falah Abdul-Sada, un estudiante de 32 años que vive en Moscú, aseguró que Estados Unidos luchará por ganarse los corazones y las mentes de la gente. Si los estadounidenses ganan e instalan su gobierno, no quiero regresar a Irak", dijo. "Nuestra gente no soportaría un gobierno como ese".
Pero la mayoría de los iraquíes exiliados en Estados Unidos y Europa occidental dijeron que oran por una victoria de los aliados británico-estadounidenses. Muchos estudiantes iraquíes en Gran Bretaña están pensando en Irak para ir a pasar sus vacaciones de verano", expresó Sama Hadad, de la Organización Iraquí de la Esperanza, un grupo de jóvenes británico en donde participan unos 12.000 iraquíes.
"Otros piensan dejar un año sus estudios y regresar", agregó la mujer iraquí. "Es un momento muy interesante".
En la ciudad estadounidense de Detroit, donde actualmente viven unos 100.000 iraquíes, Emad Alkased, shiíta musulmán está listo para hacer sus maletas. Alkased, quien peleó en en breve levantamiento shiíta posterior a la Guerra del Golfo de 1991, dijo que está listo para ver a Irak renacer como una nación democrática. "Vamos a reconstruir Irak, esa es nuestra meta", dijo. "Vamos a tener un Parlamento". (Reuters)