HEINZ-PETER DIETRICH
Ginebra. - En la guerra en Irak, a juicio de grupos de defensa de los derechos humanos y de juristas internacionales, ya hay un perdedor: el derecho internacional público y el derecho internacional humanitario, según se argumenta estos días en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra. Las guerras y los conflictos armados chocaron siempre contra los acuerdos internacionales. "Pero ahora hemos comenzado a retroceder hacia el siglo XIX", dice Louise Doswald Beck, de la Comisión Internacional de Juristas. También Suiza, como Estado depositario de la Convención de Ginebra sobre Derecho Internacional Humanitario y como nuevo Estado miembro de la ONU, considera como una de sus tareas principales el hacer respetar estos derechos en la guerra de Irak.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr), la única organización de ayuda con representantes extranjeros aún activa en Irak, es prácticamente la guardiana internacional del derecho humanitario. Tiene por objetivo principal aliviar los sufrimientos de todos -es decir, también de los soldados- en los conflictos armados. "Resistiremos por todos los medios todo intento de debilitar esta norma", dice Florian Westphal, en la sede en Ginebra del Cicr.
Esto tampoco lo cambiará el tratamiento dado a los presos de EEUU en la base naval de Guantánamo, en Cuba, cuyas condiciones de encarcelamiento han sido fuertemente criticadas por grupos de derechos humanos, ni las violaciones del derecho internacional en la actual guerra de Irak.
"Las reglas no son malas"
Los militares norteamericanos hablan de "guerra terrorista" cuando civiles iraquíes, incluso con banderas blancas (la señal de rendición internacionalmente reconocida), se revelan como peligrosos guerrilleros. Estas desviaciones, a juicio de Florian Westphal, no justifican una modificación del derecho internacional. "Las reglas no son malas sólo porque sean violadas", dice el experto de la Cruz Roja Internacional.
Y hay al respecto fuertes discusiones sobre cómo desarrollar el derecho internacional público; es decir, cómo ponerlo al día. Una de estas discusiones tuvo lugar a comienzos de este año entre políticos y juristas en la universidad norteamericana de Harvard, en la cual participaron también representantes de la Cruz Roja Internacional y de la ONU. En Harvard, los participantes afirmaron claramente que "los retos actuales nada tienen que ver con cuestiones de principio de derecho, sino con el cumplimiento e interpretación de los derechos generales".
Lo que ahora ocurre en Irak es un gigantesco retroceso, subraya Louise Doswald Beck. "Está aquí en juego la totalidad del sistema de derecho humanitario internacional", dice. Esto podría tener también consecuencias para la jurisprudencia civil. Es por esto que ambas partes deben respetar las Convenciones de Ginebra. En lo demás, el derecho internacional permanece vigente, y así los responsables de los ataques con gases tóxicos contra los kurdos iraquíes a comienzos de los años 90 podrían ser llevados ante la justicia.
¿Hay o no una fractura del derecho? es una pregunta frecuente. Así, el protocolo adicional a la Convención de Ginebra sobre Métodos, Medios y Objetivos de Combate dice en su artículo 43, párrafo 3: "Si una parte en el conflicto incorpora en sus fuerzas armadas órganos de ejecución paramilitares o armados, debe comunicar esto a las demás partes participantes en el conflicto". Esto, a juicio de un experto de la ONU, no ha ocurrido en absoluto hasta ahora en la guerra de Irak. Y, si se contempla el reciente bombardeo de la televisión iraquí como violación de las convenciones, porque, según éstas, sólo pueden ser atacados objetivos militares, EEUU escaparía aquí de todo juicio. Washington jamás ratificó los protocolos adicionales a las convenciones de Ginebra. (DPA)