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Derrota que honra

Ninguna derrota deportiva es deshonrosa, si no se han utilizado recursos antirreglamentarios para evitarla. La actitud del director técnico Héctor Veira (de sobrados títulos en su exitosa carrera profesional como jugador y DT) no tiene relación en absoluto con el recibimiento que les brindó a sus dirigidos en su retorno a los entrenamientos luego de ser vencidos en la sexta fecha del campeonato. Les preguntó cómo habían podido mirar a sus esposas y novias luego de la derrota. En esta oportunidad los jugadores rojinegros, seguro que pudieron mirar orgullosamente, porque para evitar la derrota no utilizaron ningún recurso antideportivo, o por lo menos hacerla menos dolorosa. Entendieron que esa tarde fueron superados y que podían aguardar la revancha. Y así lo entendió también el público adicto. Todo lo contrario a lo manifestado por Héctor Veira (ya en frío porque habían transcurrido 48 horas). En esta ocasión le faltó la psicología que siempre pregona pero que esta vez no utilizó. En algunas oportunidades la derrota enaltece. Esta es una de ellas. Todo esto viene a significar que al señor Veira no le corresponde ninguna responsabilidad en la derrota. ¿Le corresponde solamente en las victorias?
Roberto Reyna