Perforada la barrera psicológica de los tres pesos, el dólar continuó ayer sin encontrar su piso al ceder otros cinco centavos y cotizar al cierre en $2,92 unidades para la venta y $2,87 para la punta compradora. En Rosario las pizarras indicaron $2,96 y $2,87 y se observaron colas en las casa de cambio locales, con una plaza totalmente vendedora. Por su parte, el gobierno enfatizó que no piensa tomar medidas para frenar la caída y enmarcó el fenómeno dentro de la crisis bélica internacional. El presidente Eduardo Duhalde afirmó ayer que no tomará "ninguna medida demagógica" que condicione al próximo gobierno y además desestimó que el descenso en la cotización del dólar pueda producir una baja en los precios internos, porque, según dijo, las oscilaciones de la divisa norteamericana no son estables sino que están motivadas por una cuestión coyuntural como es el conflicto en Irak. Duhalde sostuvo que se está "revalorizando" el peso argentino, mientras que el dólar "se está desvalorizando a nivel internacional" y agregó: "Nosotros creemos hay que defender mucho el peso y no estamos propiciando una baja de la cotización. Creemos que va a mantener los niveles actuales o un poco superior", dijo. La caída del billete fue explicada por analistas cambiarios en "la falta de interesados en adquirirlo y en un marco internacional que muestra al dólar en retroceso por la guerra". En las últimas tres ruedas el dólar acumuló un recorte de 15 centavos, y en lo que va del mes el descenso es de 30 centavos. Sin embargo, economistas de distintas tendencias coincidieron en que el dólar tiene margen para bajar aún más, por lo menos en el corto plazo, hasta tanto comience la reestructuración de la deuda pública y no exista una mayor demanda de la divisa. "Hay razones para creer que la tendencia seguirá a la baja", aseguró el economista de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Claudio Lozano, que incluso señaló que "el dólar no bajó más porque el Banco Central lo sostuvo". Por su parte, el economista de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel), Daniel Artana, coincidió en que la tendencia bajista del dólar continuará hasta tanto comiencen los pagos de la deuda externa. "El sector público no compra todo lo que debería porque no tiene el resultado fiscal que debiera y el sector privado tampoco compra porque está reestructurando su deuda, si esto deja de suceder habrá entonces mayor demanda de dólares". Según indicó el economista Orlando Ferreres "las variables económicas determinan que haya sobreabundancia de divisas y poca demanda y esto significa un dólar más bajo".
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