Nueva York. - Con periodistas que dicen nosotros para evocar el avance de las tropas estadounidenses en Irak, las cadenas de televisión norteamericanas toman partido y pregonan su patriotismo desde cada flash informativo o el comienzo de cada noticiero. La cadena de información continua MSNBC -filial de NBC y Microsoft- difunde en forma regular, como comienzo de la cobertura de la guerra, una escena con soldados estadounidenses al atardecer, con helicópteros en vuelo y banderas estrelladas ondeando al viento bajo la frase "nuestros corazones están con ustedes".
Otra cadena de cable, la CNBC, prefiere subtitular "deseamos que nuestras tropas regresen sanas y salvas a sus hogares". Presentadores y periodistas de la ultraconservadora cadena de cable Fox News, manifiestan abiertamente su apoyo a las tropas y a la causa estadounidense en su guerra contra el régimen de Saddam Hussein.
En las cuatro grandes cadenas televisivas, que concentran a la mayor parte de los telespectadores de Estados Unidos, las imágenes de civiles o heridos iraquíes son escasas. Por el contrario, los reportajes muestran profusamente imágenes de las tropas estadounidenses en entrenamiento y en ellas los periodistas que están en la primera línea de combate aparecen vestidos con uniformes de fajina.
Familiares en la TV
Desde la captura de los primeros soldados estadounidenses el fin de semana pasado, las entrevistas a sus familiares aparecen por todas partes. A cada frase los presentadores manifiestan sus sentimientos patrióticos. "Se consideran como medios de comunicación estadounidenses que cubren una guerra en la que Estados Unidos está implicado", explica Alex Jones, director del Centro de Prensa Shorestein de la Universidad de Harvard.
"Quieren demostrar su apoyo a los objetivos de Estados Unidos y están listos a pagar por ello el precio periodístico de no ser percibidos como completamente neutrales", señaló. Para Geneva Overholser, profesora en la escuela de periodismo de la Universidad de Missouri, los medios estadounidenses, y sobre todo la televisión, traspasaron la línea roja y atacaron "directamente al corazón de la credibilidad", aseguró.
Ganar audiencia
"Se supone que presentan los hechos de forma equitativa y sin favoritismos. Esto no es algo leve: si uno piensa que la prensa debe ser imparcial, ¿ello debe interrumpirse en caso de una guerra? Yo no lo creo", afirmó este analista. "Ellos piensan sin duda que van a ganar con esto el favor del público, pero lo harán violando un principio periodístico primordial", advirtió.
Otro punto es el espacio de cobertura que se le brinda a la información según provenga del lado iraquí o aliado. Las críticas del secretario de Estado Colin Powell a la cadena qatarí Al Jazira recibieron ayer más espacio que los partes de guerra del lado iraquí.
En un reciente editorial, la periodista Sheryl McCarthy, del periódico neoyorquino Newsday, escribió: "los programas de información de las grandes cadenas no se ocupan de cubrir la guerra, se dedica a hacer promoción. Su mensaje es que Estados Unidos tiene la fuerza y el poder y nos preparamos para propinar al régimen de Saddam Hussein una buena paliza y cualquiera que se nos oponga es sospechoso".
"Esto se convirtió en una constante después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono", reflexionó Geneva Overholser. "Muchos confunden su patriotismo exaltado con su deber periodístico", concluyó. (AFP)