La comisión de Asuntos Constitucionales del Senado recomendó anoche excluir del cuerpo por "inhabilidad moral" al catamarqueño Luis Barrionuevo, pero la situación del legislador justicialista se definirá hoy, en una sesión en la que se requieren los votos de los dos tercios de los presentes.
Esa ecuación permitiría conjurar el intento de separar al dirigente gastronómico de su banca debido a las ausencias que seguramente habrá en el recinto y a la división que se registra en el seno del peronismo. Sólo un vuelco de último momento podría modificar la decisión de buena parte del bloque mayoritario (a favor de Barrionuevo), que es compartida por duhaldistas y menemistas, pero resistida por los legisladores que se alinean detrás de los candidatos Adolfo Rodríguez Saá y Néstor Kirchner, quienes impulsan la expulsión.
La recomendación de apartar a Barrionuevo de la Cámara alta está contenida en un dictamen de mayoría firmado por ocho de los quince integrantes de la comisión de Asuntos Constitucionales, en uso de las facultades disciplinarias establecidas en el artículo 66 de la Carta Magna.
Barrionuevo fue acusado de instigar los incidentes violentos que culminaron con la suspensión de la elección provincial del 2 de marzo pasado en Catamarca. Los senadores que recomendaron la exclusión interpretaron que el polémico legislador se hizo pasible de las correcciones previstas para los que incurran en "desórdenes de conducta", las que llegan hasta la "exclusión", en los casos de "inhabilidad moral sobreviniente".
La separación fue apoyada por la presidenta de la comisión, Cristina Fernández de Kirchner; su compañera puntana, Liliana Negre de Alonso; el justicialista chubutense Marcelo Guyinle; los radicales Raúl Baglini, Eduardo Moro, Carlos Prades y Jorge Agúndez, y también la frentegrandista Vilma Ibarra y el bussista Pablo Walter.
Pero no fue acompañada en cambio por los justicialistas Malvina Seguí, Mabel Muller, Eduardo Menem, Sonia Escudero, Jorge Yoma y Guillermo Jenefes, quienes ni siquiera asistieron a la reunión de comisión.
El dictamen alcanzó así ocho de los quince votos de la comisión, pero para que Barrionuevo sea expulsado debe obtener hoy el dudoso apoyo de los dos tercios de los presentes en la sesión de tablas, citada para las 15.30.
El bloque justicialista se mantuvo reunido ayer en el segundo piso del Senado, analizando la estrategia que adoptará en la sesión para defender a Barrionuevo, mientras la comisión deliberaba en el Salón de Lectura del cuerpo, ubicado en el primer piso.
La decisión es peronista
La aritmética parlamentaria indica que para que Barrionuevo sea excluido del cuerpo como recomienda el dictamen debería votar favorablemente junto a los acusadores una veintena de los 40 integrantes del bloque justicialista.
El despacho sostiene que -contrariamente a lo expresado por Barrionuevo en la sesión del 6 y 7 de marzo en el Senado- las urnas quemadas el 2 de ese mes en Catamarca no fueron las de la interna justicialista del 5 de enero sino las de los comicios provinciales frustrados precisamente por los actos de violencia protagonizados por los seguidores del gastronómico.
Para los senadores que apoyaron la exclusión, "la urna es un símbolo único, depositario último de la voluntad popular expresada mediante el voto". Además, consideran que su quema es más grave aún por "la calidad de senador nacional que ostenta Barrionuevo".
El dictamen también sostiene que los elementos presentados por Barrionuevo como defensa "no sirven" para desvirtuar "la convicción firme y fundada" sobre su participación en los acontecimientos de violencia que "constituyeron un verdadero atentado contra la democracia".
El documento puntualiza, además, que Barrionuevo "faltó a la verdad cuando negó haber atentado contra la democracia, dado orden alguna para alterar el orden, haber desacatado decisiones judiciales, contratado grupos de marginales, ordenado quemar urnas e instigado a la comisión de delitos".
Los firmantes aseguran que existen pruebas acreditadas de que el legislador incurrió en "grave desorden de conducta" y que "ha empañado la imagen y dignidad de este cuerpo ante toda la sociedad". También afirma que el sindicalista incurrió en conductas incompatibles con su investidura que lesionan no sólo al cuerpo sino a los principios y símbolos básicos de nuestra democracia y sistema republicano de gobierno".