WILL DUNHAM
Washington. - El comandante de las fuerzas invasoras en Irak, general Tommy Franks, ha decidido no ocupar ciudades clave en su marcha hacia Bagdad, generando preguntas sobre la conveniencia de dejar peligrosos combatientes enemigos y caos en áreas urbanas en su retaguardia.
Analistas militares dijeron que Franks, el jefe del Comando Central estadounidense, podría estar tomando riesgos innecesarios con la estrategia adoptada. Esta incluye alargar las líneas de suministros, permitir concentraciones de fuerzas enemigas en la retaguardia y usar un fuerza invasora que simplemente podría ser demasiado pequeña para la tarea que tiene enfrente.
"La fuerza es tan pequeña que probablemente tiene la menor proporción con la fuerzas enemigas que cualquier gran campaña que hemos lanzado en el último siglo", destacó el analista militar Loren Thompson del comité asesor del Instituto Lexington, en Virginia.
En esencia, Estados Unidos ataca una decena de divisiones iraquíes con dos divisiones suyas. Las divisiones generalmente están compuestas de cerca de 15.000-20.000 soldados.
"Normalmente con una fuerza terrestre de su tamaño, yendo contra una fuerza terrestre del tamaño de la de los iraquíes, uno no vence rápidamente", explicó Thompson, quien aún prevé una decisiva y rápida victoria de las fuerzas estadounidenses. "¿Puede el poder aéreo compensar eso? Va a ser interesante observarlo".
Franks, durante un encuentro con la prensa en Qatar ayer, dijo que las tropas invasoras se han desplazado rápidamente hacia la capital iraquí e "intencionalmente circunvalaron formaciones enemigas", entre estas fuerzas paramilitares, en el sur de Irak.
Fuerzas iraquíes en la retaguardia de las tropas de avanzada estadounidenses ya han provocado varios derramamientos de sangre. Franks dijo que "ustedes pueden esperar que nuestras operaciones de limpieza van a continuar" en los próximos días, y agregó que se podía esperar también que las fuerzas iraquíes "se arremolinen para crear dificultades. Combatiremos bajo las condiciones que impongamos", añadió.
Vulnerables líneas de suministro
Los analistas señalan que la estrategia estadounidense requiere que las fuerzas invasoras lleguen a Bagdad para estar al final de una línea de suministros de 480 kilómetros.
"Estamos observando los flancos, dándonos cuenta completamente de que estamos de alguna manera extendidos", comentó el almirante retirado Stephen Baker, del Centro para Información de Defensa en Washington, quien desempeñó un importante papel con un grupo de portaaviones en la Guerra del Golfo de 1991. "La vulnerabilidad de las líneas de suministro ha sido examinada con extrema intensidad".
Otra consecuencia de decidir no ocupar ciudades y pueblos que quedan en la retaguardia de las fuerzas invasoras es la posibilidad de disturbios, saqueos y luchas en esas áreas. Un funcionario estadounidense de defensa, quien pidió no ser identificado, dijo que las fuerzas norteamericanas pueden controlar adecuadamente algunas de esas áreas sin ocuparlas de hecho.
Thompson dijo que una de las razones para no ocupar cada ciudad y pueblo en la marcha hacia Bagdad era evitar perder fuerzas que serán necesarias para próximas batallas importantes.
También opinó que podría haber una desarticulación de la autoridad civil cuando las fuerzas invasoras pasen por una ciudad o pueblo iraquí.
"Creo que Estados Unidos recibiría muy bien un levantamiento popular contra la gente de Saddam tras el paso de sus fuerzas. Pero dudo que ese fue un factor en el plan, porque la gente de Saddam está tan fuertemente armada que podría resultar en una masacre civil", estimó Thompson.
Al preguntársele si las fuerzas estadounidenses optaron por no ocupar esos lugares deliberadamente para permitir que los iraquíes comunes y corrientes se levante y se venguen de los representantes locales de Hussein, el funcionario de defensa dijo: "Definitivamente no. Están avanzando hacia Bagdad concentrados en cuáles son los objetivos militares".
El especialista de defensa dijo que después se le podría asignar a las fuerzas de seguimiento la tarea de asegurar esos lugares.
El general retirado William Nash, quien dirigió una brigada de blindados en la primera guerra del Golfo, dijo que esperaba que pronto estuvieran disponibles más fuerzas para darle estabilidad al territorio en la retaguardia de las tropas de avanzada.
"Me preocupan las fuerzas necesarias de seguimiento y apoyo para estabilizar y luego suministrar ayuda humanitaria inmediata", señaló.
Fuerzas en el terreno
EEUU tiene actualmente en acción a la 3ª división de infantería mecanizada, cuya vanguardia es el 7º regimiento de caballería. Esta unidad debería enfrentarse en las próximas horas, si no lo ha hecho ya, con una división de elite de la Guardia Republicana. Detrás de la 3ª viene la 101ª división aerotransportada, una unidad que cuenta con unos 270 helicópteros, pero no se encuentra al completo y que hasta hoy actúa como reserva, junto con la 16ª brigada paracaidista británica. Luchando en el sur se mantiene una división de marines, la 1ª, la unidad que ha sufrido más bajas hasta ahora, junto con tres brigadas de comandos británicos y el apoyo de la 7ª brigada acorazada, también británica. (Reuters)