Washington. - Los norteamericanos siguen el avance de las tropas aliadas en Irak con una mezcla de inquietud y sorpresa tras el anuncio de los primeros muertos en sus filas y de una resistencia que no esperaban, además de las imágenes que retrataban soldados caídos en combate y prisioneros de guerra norteamericanos. Según un sondeo de Gallup publicado ayer, si el 62% de los encuestados pensaba el sábado que "la guerra iba bien", de golpe no superaba el 44% los que al día siguiente pensaban lo mismo, tras una "jornada difícil".
En efecto, después de cinco días de conflicto, el apoyo al presidente George W. Bush sigue siendo de cerca del 75%, mientras que ocho de cada diez opinan que "las fuerzas de la coalición" anglo-norteamericana "están ganando" sobre los iraquíes, según los últimos sondeos.
En lo que respecta a la ausencia de un consenso internacional sobre la pertinencia de recurrir a la fuerza, no parece conmover particularmente a la mayor parte de los estadounidenses.
Sin embargo, las imágenes de prisioneros de guerra estadounidenses en Irak, difundidas con cuentagotas, sembraron cierta inquietud en la opinión pública, lo mismo que las informaciones sobre bolsones de resistencia iraquí frente al ejército "libertador", según la terminología adoptada por la administración Bush.
Sin duda, los norteamericanos no esperaban ver tan pronto titulares como "Un giro inesperado conduce a la muerte y a la captura de estadounidenses" (The New York Times), en referencia a los soldados muertos o prisioneros de los iraquíes, y "Un combate en el sur de Irak termina mal" (Washington Times), con la foto de uno de los soldados en portada.
"La dura realidad de la guerra hizo irrupción en los hogares norteamericanos", escribió el USA Today.
Una realidad cuyos términos resuenan dolorosamente en la memoria colectiva de Estados Unidos, todavía marcado a fuego por los 58.000 norteamericanos caídos en Vietnam o los 241 soldados muertos en Beirut durante una explosión en 1983: guerrilla, balance de bajas, número de prisioneros de guerra.
Una jornada "difícil"
Según un sondeo de Gallup publicado ayer, si 62% de los encuestados pensaba el sábado que "la guerra iba bien", una "jornada difícil" hizo cambiar de opinión a muchos norteamericanos, ya que estos números retrocedieron hasta el 44% al día siguiente.
Igualmente, 49% de los norteamericanos consideraba el domingo que los combates terrestres serían "sangrientos", mientras que solamente 30% tenía esa misma idea en la jornada anterior.
"La población ya acepta que esto no va a ser fácil", explicó el profesor Jeffrey Reiman, director de programas de filosofía y ciencias sociales en la American University de Washington.
Es por eso, precisó, que la población vive estas horas con "una mezcla de esperanza y ansiedad, espera y observa lo que pasa".
"Todo será cuestión de tiempo, cuestión de saber para que servirá esta guerra", agregó este universitario.
Los sociólogos que en este momento toman el pulso a la sociedad norteamericana están convencidos de que si las fuerzas estadounidenses y británicas toman rápidamente Bagdad y terminan con el actual régimen iraquí, la población seguirá apoyando al gobierno. "Pero si ve que cometemos errores estúpidos, si constata que subestimamos las capacidades de Saddam Hussein y que nos dirigimos hacia una guerrilla urbana, con muchas pérdidas, el rechazo a la guerra irá en aumento", estimó el profesor Reiman. (AFP)