Las perspectivas para América latina y el Caribe en el 2003 "están rodeadas de incertidumbre", advierte el informe anual que presentará hoy la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a los gobernadores de las 46 naciones miembros reunidos en su asamblea anual en Milán, Italia. El documento elaborado indica que "en el ambiente internacional, todavía predomina una percepción muy adversa al riesgo, debida especialmente a diversos rumores sobre la economía de Estados Unidos". Los cálculos del BID sitúan un crecimiento de la región entre un 1,5% y 2% para el 2003, aun con las repercusiones de una guerra contra Irak de corto plazo, y se prevé un 4% para el próximo año, después que en el 2002 se registró un moribundo 0,5%. El presidente de la entidad, Enrique Iglesias, advirtió sobre la proximidad de "dos años de grandes decisiones" para los países de América Latina y el Caribe "cuyas repercusiones serán de largo alcance" para el destino de las naciones de la región. En una conferencia de prensa previa a la asamblea anual, Iglesias dijo que las negociaciones de una nueva ronda en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el proyecto del Tratado de Libre Comercio de las Américas (ALCA) tendrán gran repercusión en el futuro de los países, en su integración en el mundo de la economía global y sus oportunidades para un desarrollo sostenido, sostuvo el titular del BID. El funcionario renovó el compromiso del organismo y aseguró que el banco "responderá a la urgente necesidad de acompañar a los países en la recuperación dinámica de sus economías". En su exposición en la Reunión Especial de Gobernadores del BID, en la que fue analizada la situación actual y las perspectivas para Latinoamérica, Lavagna planteó que es necesario que el banco asuma un rol anticíclico en las crisis. Iglesias reconoció que no pudo asumir ese papel durante la crisis argentina y los representantes de los países europeos apoyaron la posición expresada por el ministro argentino. En una reunión bilateral con el BID, de la que participaron Lavagna, Nielsen e Iglesias, se acordó que el vencimiento por aproximadamente 800 millones de junio próximo, y que según el acuerdo celebrado en enero pasado debe ser cancelado con un desembolso de la propia entidad, será cerrado en mayo para evitar que pueda surgir algún problema para el próximo gobierno.
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