En Rosario, de acuerdo con los últimos datos oficiales conocidos, se roban tres vehículos por día y, entre los destinos posibles uno es el desarmado del rodado para su venta en partes. Uno de los casos más resonantes ocurrió el 1º de noviembre pasado cuando cinco autos de entre 5 y 9 años de antigüedad -y de mayor circulación en plaza- fueron robados de una cochera de Jujuy al 1900, a una cuadra de la comisaría 3ª. Una semana después, algunas piezas que coincidían con los vehículos sustraídos en color y modelo aparecieron en un desarmadero de Génova al 7300 y en un local de Alberdi y Avellaneda. En realidad, la procedencia de las partes nunca fue aclarada porque, según había indicado una fuente de la investigación "los números de serie estaban limados o borrados". Según un informe policial, en el 2002 la sustracción de rodados había aumentado un 12 por ciento con relación al 2001. El aumento de precio de los repuestos importados, valuados en dólares, y la reducción de la importación de productos fabricados en el exterior provocó que los desarmaderos estallaran en el país y en la ciudad.En los desarmaderos no habilitados, los rodados sustraídos son desmantelados para luego proceder a la reventa de autopartes a precios más baratos que los que se ofrecen en el mercado repuestero. La diferencia de precios es ostensible: una pieza trucha se comercializa a un tercio del valor del repuesto original.
| |