El ministro de Economía, Roberto Lavagna, arribó ayer a Milán para participar de una atípica asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la cual buscará tranquilizar a los tenedores de bonos argentinos en default, acompañado por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, y el titular del Banco Central, Alfonso Prat-Gay. Lavagna, que participará hoy de un seminario previo a la asamblea y ofrecerá mañana su discurso oficial, se entrevistará con representantes de los cerca de 150 mil ahorristas italianos perjudicados por el default, a quienes reiterará su advertencia de que no adopten la vía judicial y que participen de las negociaciones con el gobierno. En una asamblea que perdió relevancia en el agitado contexto internacional de la guerra en Irak, Lavagna tendrá un papel protagónico, dadas las expectativas de los acreedores de una pronta renegociación de los fondos que reclaman. Retomar contacto con los inversores fue una de las condiciones del acuerdo firmado en enero con el FMI, para el cual el BID jugó un rol muy favorable a la Argentina. Lavagna dijo que "a pesar de todos los problemas, tomé la decisión de viajar y participar en la Asamblea del BID, especialmente por el activo apoyo que siempre recibimos de esa entidad". Por su parte, el presidente del BID, Fernando Iglesias, estimó en Milán que "el gobierno es algo cauto en la Argentina y dice ahora que el PBI subirá entre un 4 y un 5 por ciento este año, pero yo creo que crecerá más que eso, incluso más que Brasil". "Si el país mantiene la capacidad que demostró en los últimos trimestres, que fueron muy difíciles, y si eso es acompañado por el nuevo gobierno, la perspectiva será incluso mejor", vaticinó.
| |