Año CXXXVI
 Nº 49.790
Rosario,
domingo  23 de
marzo de 2003
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Empresarios locales temen el pase de factura de Bush
El gobierno asegura que no habrá represalias comerciales

Las dudas sobre el horizonte argentino surgen sobre las facturas que pueden aparecer en el marco de las negociaciones con los organismos multilaterales de crédito, comercio y privatizadas, después de que el gobierno nacional rechazara el ofrecimiento de Estados Unidos, Gran Bretaña y España para apoyar la ofensiva militar, acompañado por una recordatoria sobre la supuesta ayuda que brindaron para que el país alcance el acuerdo como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Diplomáticos y ejecutivos de primera línea reconocieron que las cuentas podrían ser cobradas en las próximas negociaciones con el FMI, Banco Mundial, y verse plasmada en "demoras" en la apertura de mercados, como el estadounidense a las carnes argentinas previstas en un principio para fines de 2003, comienzos de 2004.
También a la hora del reparto de la "ayuda humanitaria", especularon analistas del mercado granario, quienes consideraron que en la región pasarán a tener prioridad los excedentes de los farmes estadounidenses. Y recordaron las licitaciones que ya lanzó el gobierno de George W. Bush la semana pasada para la reconstrucción de Irak, donde sólo figuran hasta ahora los grandes contribuyentes americanos a la campaña presidencial republicana.
Lo cierto es que nadie se apresura a definir qué sucederá en las instituciones globales después de las decisiones unilaterales de Washington, Londres y Madrid.

Posición moderada
Desde el gobierno nacional distintos hombres del Poder Ejecutivo salieron a descartar posibles castigos comerciales del país del Norte hacia la Argentina debido a la postura de mantenerse fuera del conflicto. "Está absolutamente descartado el castigo comercial" aseguró el canciller Carlos Ruckauf, quien justificó su hipótesis con la oposición que "también sostienen los dos socios más importantes de Estados Unidos, como son Canadá y México".
En cambio, algunos representantes del complejo oleaginoso resaltaron que "si la Argentina mantiene la postura de no alinearse con Estados Unidos, los países musulmanes y árabes que hoy importan commodities granarios dejarán de hacerlo en el corto plazo", remarcó el directivo de una importante cerealera.
Ninguno arriesga un resultado sobre quién recaerán las represalias, pero que habrá "efectos colaterales" nadie lo duda.
Distintas variables indicarían que la evolución de la economía argentina estará signada más por el proceso interno que por factores exógenos. La sustitución de importaciones crece por encima de las exportacones, lo cual en principio desvincula a la economía interna de cualquier conflicto en el escenario internacional. Pero en el largo plazo, las consecuencias están por verse.


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