Entre las innovaciones genéticas aplicadas a los cultivos durante la última década del siglo pasado, la soja se llevó los mayores adelantos. Le siguieron el maíz, luego el algodón y otros eventos que incursionaron con nuevas variedades, la diferenciación por zonas, simplicidad en el manejo y óptimos rendimientos. El trigo llegó con el Baguette, donde se destacó su excepcional potencial de rendimiento y la gran adaptación a todas las regiones. Recientemente, en Feriagro, Nidera presentó dos nuevas variedades: la Baguette 20 de ciclo largo (zona IV y VS, en siembras tempranas), muy buena sanidad, caña fuerte, baja altura y muy resistente al vuelco, y la Baguette 21, que se caracteriza por ser de ciclo largo intermedio, muy buena capacidad de macollaje, recomendada para las regiones IV y VS. Sin embargo y a pesar de todo, los técnicos siguen pensando que todavía se puede lograr mucho, y los próximos años deben ser elementales para revertir la situación que se viene dando por las pampas, donde los productores agropecuarios siguen viendo a la soja como el oro verde de la última decena de años.
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